LUZ Para todos… Mantener viva la esperanza, por César Ramos Parra (@cesarramosparra) 

De la crisis que vivimos en nuestro país, me preocupa hondamente la desesperanza e incertidumbre que se apodera de  nuestra juventud. En mis conversaciones con los estudiantes universitarios se expresa una falta de motivación, irritabilidad, cansancio, preocupación, en razón de un entorno complejo y con elevados signos de deterioro y el uso permanente de un lenguaje de guerra, de confrontación, donde se observan pocos esfuerzos a la construcción de un mejor destino.

 

La desesperanza es un sentimiento de desamparo y renuncia, de impotencia y derrotismo, de imposibili­dad de recibir ayuda, pérdida de confianza en las relaciones interpersona­les, vivencia de ruptura en la continui­dad biográfica, refugio y aferra­miento al pasado con pérdida de los proyec­tos para el futuro. (Pereyra, 2005).

 

Esta circunstancia, reflejo también de un sentimiento generalizado de la población, debe llamar a reflexión a nuestros líderes. Si el gobierno se niega a dar marcha atrás en su modelo fracasado que nos ha sido impuesto, los sectores opositores que representan la opción de cambio, deben también entrar pronto en un proceso de revisión y reflexión, puesto que no están enviando al país señales claras de unidad de propósitos y de de poseer una visión compartida, que se exprese a través de una estrategia única para el restablecimiento de la democracia y el Estado de Derecho.

 

El país demanda, exige a los diversos grupos políticos opositores al régimen, una conducta unitaria que supere sus naturales diferencias y que, manteniendo sus propias y disímiles posturas, puedan anteponer a sus intereses, la necesidad impostergable para todos los venezolanos, especialmente para nuestra juventud, de abrir un solo y único cauce, a través del cual, podamos encontrar la tan ansiada salida electoral, democrática y constitucional.

 

Ello debe traducirse en una única propuesta para abordar la construcción de una Venezuela superior; entendida como un proyecto y no como un hecho aislado, producto de un gran consenso de todos los factores democráticos, con orientaciones rigurosas, no como consignas lanzadas hacia la improvisación. Necesitamos modernizar las estructuras del Estado, hacer eficiente y mejorar la productividad de las instituciones públicas y garantizar a la ciudadanía seguridad y un sistema de justicia y legalidad. El Gobierno desestima irreflexiva e irresponsablemente tal necesidad y obcecadamente responde con más centralización administrativa y más presencia del Estado en las actividades económicas; menos autonomía de acción para los entes públicos y mayor control gubernamental para las actividades privadas El país y sus jóvenes como principal esperanza de superar el grave trance que padece la sociedad venezolana actual, aspiran una propuesta que debe construirse con visión, con desprendimiento, con compromiso y no como una oferta atropellada y contaminada de los anti valores que debemos superar. Cuál es la propuesta parlamentaria para convocar al País  para que ejerza con entusiasmo un voto consciente a favor de su futuro?

 

Los venezolanos somos hijos de un pueblo demócrata y la expectativa de unas elecciones parlamentarias  puede ser útil para disminuir las presiones sociales, y estimular la fe, la participación y la lucha de todos para revertir nuestra situación y  por construir con alegría un mejor destino. Este es el momento de nuestros jóvenes, herederos de esta Patria en la seguridad, como dijera Bern Williams:”Nunca una noche ha vencido al amanecer, y  nunca un problema ha vencido a la esperanza.»

 

DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra

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