Bajo una importante tormenta, miles de personas salieron ayer a la calle en Atenas para manifestarse a favor del sí en el referéndum del próximo domingo. El número de participantes —más de 15.000, según la policía— igualó el de la convocatoria de la víspera, por el no, lo que demuestra lo reñidas que están las fuerzas y, sobre todo, la acusada y creciente polarización de la sociedad griega al respecto. Bajo el lema “vivimos en Europa”, los concentrados, entre los que podía verse a destacados miembros de los tres partidos ‘proeuropeos’ (la conservadora Nueva Democracia, el socialista Pasok y el liberal To Potami), corearon consignas a favor del euro y Europa. “Estamos aquí porque queremos evitar que el primer ministro Tsipras convierta Grecia en una nueva Argentina o Venezuela, esos países que tanto idolatra”, decía bajo el paraguas una participante.
El catedrático de la Universidad de Atenas Nikos Alivizatos leyó un comunicado en el que destacó que la concentración no obedecía “a consignas partidistas ni ideológicas”, sino al deseo de la mayoría de la sociedad “de no ver a Grecia convertida en un país tercermundista como los de África o Asia si vence el no y nos vemos obligados a salir del euro”.
Alivizatos es uno de los constitucionalistas más prestigiosos de Grecia, y está haciendo una activa campaña en medios de comunicación con artículos en los que asegura que la convocatoria del referéndum conculca algunas normas de la Ley Fundamental. No es el único que opina que la consulta es anticonstitucional.
DC | El País