La Audiencia de Barcelona mantiene la imputación a Messi y su padre, que es su agente y quien supervisa sus actividades económicas, por fraude fiscal y ha desestimado, por lo tanto, el recurso que habían presentado.
Hacienda atribuye a ambos un fraude de 4,1 millones de euros correspondientes a las declaraciones de IRPF de los años 2007, 2008 y 2009. Messi mantiene que era ajeno a la gestión tributaria y financiera que conllevaban sus ingresos.
El internacional azulgrana y su padre siguen, por lo tanto, sin evitar ir a juicio a pesar de haber pagado 53 millones de euros a la Agencia Tributaria para regularizar la situación por la que fue multado. Messi ya declaró en un juzgado de Gavà el año pasado.
DC | Marca