Millones de entusiastas del yoga flexionaron y contorsionaron sus cuerpos en posturas complejas el domingo para celebrar el primer Día Internacional del Yoga.
El primer ministro indio, Narendra Modi, extendió su estera junto a cientos de personas, entre las que había miembros de su gabinete y diplomáticos extranjeros, en la principal avenida de la capital, convertida en un extenso campo de ejercicios.
Yoga se practicó abajo de la Torre Eiffel.
En París, miles de personas vestidas de blanco hicieron yoga sobre esteras amarillas bajo la torre Eiffel, y se celebraron actos similares en Bangkok, Kuala Lumpur, Seúl, Beijing, Manila y otros lugares.
Modi había cabildeado con Naciones Unidas y logró que el organismo mundial declarara al 21 de junio como el Día Internacional del Yoga.
«No solo estamos celebrando la jornada, sino que estamos entrenando la mente humana para que comience una nueva era de paz y harmonía. Este es un programa para el beneficio de la humanidad, a favor de un mundo sin tensiones y para propagar el mensaje de armonía», apuntó.
Escolares, burócratas, amas de casa, soldados y gente de a pie participaron en los ejercicios celebrados en todas las capitales de estado indias. En el estado natal de Modi, Gujarat, se organizaron actos en casi 30.000 lugares, según funcionarios del estado.
En Taipei, más de 2.000 participantes sacaron sus esteras e hicieron 108 rondas del «saludo al sol», una secuencia de posturas practicada a menudo al comienzo de la sesión, mientras sale el sol.
En Pekín miles de personas hicieron yoga en los exteriores de la Universidad de Pekín.
«Se dan a sí mismos un poco de tiempo para contemplar su mente y su corazón, algo que creo que necesitamos mucho en la sociedad moderna», dijo Angela Hsi, practicante de yoga.
Fazel Shah, piloto indio que trabaja para una aerolínea de Oriente Medio, se apresuró a llegar desde el aeropuerto durante una escala en Taiwán para sumarse al acto.
«¿No es genial? Quiero decir, miren cuánta gente hay aquí», dijo.
Aunque es probable que el yoga naciera en India, señaló, pertenece a todo el mundo. «Si sube a donde yo voy y mira desde el cielo, no ve fronteras, no ve religiones, no ve nacionalidades, sólo ve un grupo de personas. De modo que tan sólo bajo y me encuentro con ellos, eso es todo».
Muchos creen que el yoga, una forma antigua de ejercicio, es la mejor manera de tranquilizar la mente y la mejor manera de dinamizar al cuerpo.
Según funcionarios indios, más de 35.000 personas participaron en la jornada en Nueva Delhi, que también fue un intento para ingresar en el Libro Guinnes de los Récords por la clase de yoga más grande efectuada en un único lugar. Los representantes de Guinness dijeron haber contratado a más de 1.500 personas de una consultora local para contabilizar a los participantes.
El ministerio de Defensa de India dijo que los soldados que se encuentran en el glaciar Siachen, el campo de batalla ubicado a mayor altura en el mundo en el Himalaya, y cadetes navales a bordo de barcos en el mar participarían en los eventos del Día del Yoga.
Pese al mensaje de Modi de paz y armonía, muchas personas en India temían que la campaña en favor del yoga fuera un intento por parte de grupos hindúes de promocionar el hinduismo.
Muchos musulmanes se oponían a las exhortaciones del gobierno para que la gente se uniera a las sesiones. Algunos líderes musulmanes describieron el yoga como una práctica hindú.
Por su parte, algunos grupos cristianos expresaron su malestar porque las sesiones de yoga se celebraran a la hora habitual de la misa del domingo, mientras que otros se mostraron escépticos sobre el dinero y el tiempo empleados por el gobierno en el Día Internacional del Yoga.
«El gobierno organiza estos actos por todo lo alto», comentó Sumita Rani, maestra en una escuela primaria en el sur de Delhi. «El año pasado fue la Campaña Limien India. ¿Qué salió de ahí? La ciudad está tan inmunda como siempre».
DC – Agencias