La noticia provocó un temblor desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia: Arturo Vidal tenía que operarse de los meniscos a cinco semanas del Mundial, poniendo en duda, primero, su participación con la selección chilena, y después su estado físico para ese torneo del año pasado en Brasil.
Apurado por los médicos y sin estar al cien por ciento, el todoterreno de la Juventus finalmente jugó la Copa del Mundo y ayudó a la «Roja» a llegar hasta la segunda ronda, en la que cayó ante el anfitrión. Pero, más allá de su desempeño en la cancha, que estuvo por debajo de su nivel habitual, el volante al que apodan el «Rey Arturo» dejó claro que es el caudillo de esta generación de la selección chilena.
Vidal vuelve a llegar apurado a un torneo internacional. Esta vez se trata de la Copa América, que se pone en marcha el jueves con el partido entre los anfitriones y Ecuador en el Estadio Nacional de Santiago. La expectativa es enorme en un país que jamás conquistó el campeonato sudamericano, y buena parte de esas esperanzas se cifran en Vidal y el delantero Alexis Sánchez.
Y a pesar del cansancio, el centrocampista asegura que está en un excelente momento físico y anímico para encarar la Copa.
«No se me dio la oportunidad en el Mundial, pero con la personalidad que tengo puedo ayudar al grupo de otra forma», dijo Vidal el miércoles en conferencia de prensa. «En este momento estoy al 100%. Esta es mi revancha».
Vidal llegó a Chile el martes por la madrugada y participó en su primer entrenamiento con la selección unas pocas horas después.
Un descanso mínimo para un jugador que el sábado disputó la final de la Liga de Campeones en Berlín, y que viene de una larga temporada con la Juventus, que empezó con el físico mermado por la cirugía de rodilla, y que no aflojó el paso en la conquista del doblete Serie A-Copa Italia.
El centrocampista es una pieza inamovible en el esquema de Massimiliano Allegri en la «Vecchia Signora», tan importante por sus inagotables pulmones en la recuperación y el ataque, como por buen pie y personalidad en la cancha.
Características que lo hacen aún más imprescindible para la selección que dirige Jorge Sampaoli, que no puede darse el lujo de prescindir de su caballo de batalla para el encuentro ante Ecuador, por más que Vidal todavía debe estar noqueado por el jet lag después de un vuelo transoceánico.
«En esta última temporada mejoré mucho la parte física, me costó mucho volver a jugar por el problema de la rodilla», señaló. «Crecí mucho en llegar al otra área» en el ataque.
La mera presencia del volante es un plus para la selección chilena y su apasionada hinchada, como se vio en el Mundial de Brasil. Una selección que cuenta no sólo con Vidal y Sánchez, astro del Arsenal, sino también con el arquero del Barcelona, Claudio Bravo, y otros jugadores de peso como Gary Medel y Jorge Valdivia.
«Lo dije en el Mundial y lo repito: creo que es la mejor generación del fútbol chileno», señaló Vidal.
Una generación que tiene su mesa redonda y su Rey Arturo.
DC | AP