Franco, sin rodeos, Juan Romero, diputado a la Asamblea Nacional por el Circuito 1 del Zulia, habla sobre el ciclo parlamentario que termina para él este año. “Por razones familiares decidí declinar”, contesta tajante a la interrogante sobre su negativa de optar por la reelección el próximo 6 de diciembre.
Romero reconoce que demoró en hacer pública la decisión tomada desde abril porque sentía la responsabilidad de proponer a un candidato para su circuito. Al final, Omar Barboza fue el elegido por su partido, Un Nuevo Tiempo. “La gente que no fue complacida en sus aspiraciones personales puede utilizar la decisión para cuestionarnos, pero creo que es muy acertada y estaremos muy bien representados”.
El ganadero, que se alejó se sus tierras para hacer política legislativa, conversó con La Verdad sobre los retos que le llevan a otro campo de lucha y el acto de contrición sobre a la gestión que cree, pudo ser mejor, ya que en el bloque opositor “faltó coordinación, compenetración”.
– ¿Cuál es para usted el reto parlamentario para la MUD?
– Ganar la mayoría simple, por lo menos. Porque si no la ganamos, vamos a quedar haciendo lo mismo que hicimos estos últimos cinco años: ser un muro de contención a los disparates del Gobierno. Tenemos que convertir la AN en un contrapeso y demostrar, a través del control político, quién es el responsable de que en este país estemos en crisis, a mí no me queda duda que es el Gobierno.
– ¿Cuándo decidió no optar por la reelección?
– Hace tres meses yo tomé mi decisión, no lo podía hacer público porque sentía la obligación de por lo menos proponer a alguien que cumpliera con el perfil. Por razones familiares decidí declinar. Miramos entre las organizaciones políticas pero dos posibles candidatos son concejales (según la norma del UNT adoptada por la Unidad, no pueden optar quienes tengan cargo de elección popular en vigencia), salimos a buscar personas de la sociedad civil organizada, no podíamos permitir que el Circuito 1 se perdiera. Necesitamos a una persona de reconocimiento moral en el circuito y con una relación muy íntima con los factores que mueven esos municipios, el agropecuario, agroalimentario, metalmecánico. Además, uno de los riesgos más grandes que tenemos en esta nueva Asamblea, como se perfila que vamos a ganar, es la tentación del Gobierno nacional de comprar voluntades y estamos claros que en la persona de Omar Barboza eso no es posible.
– ¿Cuál fue su gestión en la Asamblea Nacional?
– Estuve en la comisión de Pueblos Indígenas y participé en la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial. De las 10 denuncias admitidas por la Comisión de Contraloría en el último período, dos las presenté yo. La pérdida de más de 700 mil kilogramos de leche en polvo en la Empresa Socialista Láctea de Machiques por la incompetencia para remodelar el Frigorífico Industrial de Machiques, donde se han gastado más de 23 millones de dólares. También denuncié el caos de corrupción y el fracaso de proyectos agroindustriales como Planicie de Maracaibo, donde se han invertido más de dos mil 300 millones de dólares y produce casi nada. Sin hablar de las expropiaciones de tierras y empresas activas que ahora están con bajos niveles de producción, casos de corrupción e incompetencia del modelo de seguridad alimentaria fracasado. Por mucho menos en la AN se producen comisiones y movilizaciones, pero esto que es tan crítico, tan fundamental como es atender la producción de la comida de los venezolanos, a la AN no le interesa o tiene un compromiso tan grande con el Gobierno que no puede exponer su fracaso.
– ¿Qué errores de esta Asamblea no se deben repetir en la próxima?
– En la Asamblea actual dependíamos más del talento individual. Es clave que exista una articulación, no solo entre nosotros los diputados de la Unidad, sino con los actores públicos y privados. Tenemos que concentrar el talento por cada una de las áreas, concentrarlo, articularlo y relacionarlo, porque nosotros al final representamos el escenario de diálogo y discusión pública más importante del país y eso no puede depender de mi opinión y mi talento exclusivamente. Te voy a hablar del tema particular del agro: nunca nos reunimos con los sectores gremiales de manera estructurada, los diputados que defendíamos al sector agroalimentario teníamos que tener un grado de articulación con los actores del sector, gremio de productores, agroindustriales, incluso el Gobierno, nunca hubo una reunión.
– ¿Qué pasó con el bloque parlamentario del Zulia?, sin oficinas, ¿cómo podía la sociedad estar en contacto con sus diputados?
– En el caso regional, fue necesaria una coordinación parlamentaria regional y la hubo, pero yo te voy a hablar de mi caso particular sobre las oficinas de atención parlamentaria. Yo instalpe dos, una en Machiques y otra en La Villa, a los dos años las tuve que cerrar. Recibía entre 50 y 60 visitas por semana, todas eran para hacer un planteamiento de índole personal, cosas que son importantes pero que no están a nuestro alcance. En vez de generar un sitio de encuentro para que los electores puedan plantear leyes, denuncias o propuestas de inversión de envergadura, lo que se generaba era una frustración de la gente buscando algo para aliviar su drama particular. En esos dos años no hubo una sola propuesta de ese tipo, por el contrario, no causaba sino descontento.
– ¿Cree que la gente no entiende cuál es la responsabilidad de un parlamentario?
– Lamentablemente la gente no ha entendido bien cuál es la responsabilidad que nosotros tenemos y no ha sabido darle la utilidad a esa representación que tienen en la AN. Reconozco que es porque nosotros debemos evitar los vicios electorales populistas, que es ofrecer cosas que están fuera de tu responsabilidad u ofrecer cosas que no son propias de tu cargo. Todos hemos caído y no me voy a hacer una excepción del caso porque en la campaña todos caímos en esa tentación, pero debemos ser muy responsables y explicarle a la gente cuál es la función de un diputado.
– ¿Se ve cómo alcalde o cómo parte de un gabinete de gobierno?
– Me veo como gerente público. Por mi formación gerencial en el sector privado siento que tengo buenas habilidades para la gestión pública y de aquí a que eso suceda, que no puedo prever qué es lo que va a pasar; quiero empezar a trabajar desde ahora en el diseño de esas políticas públicas para el sector agroalimentario, estrategias que van a contrarrestar el fracaso que ha tenido el Gobierno en ese tema. Para la Asamblea Nacional, para los próximos gobernadores, para el próximo Presidente de este país, yo voy a hacer mi aporte en términos de diseño de esas estrategias.
DC – LV