Rusia escogió su ciudad más majestuosa para dar inicio a los actos previos a la Copa del Mundo 2018, pero las acusaciones de racismo estuvieron en el ambiente durante el sorteo de las eliminatorias este sábado en San Petersburgo.
El mandatario ruso Vladimir Putin y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, encabezaron la presentación en el Palacio Konstantin, del siglo XVIII.
Sin embargo, el organismo rector del fútbol está cuestionando la disposición de Rusia para acabar con el abuso racista en su liga nacional, después de que el jugador ghanés Emmanuel Frimpong reclamara que fue objeto de cantos que lo llamaban mono por parte de los aficionados del Spartak Moscow durante la apertura de la temporada de la Liga Premier rusa.
El comité disciplinario de la Unión de Fútbol de Rusia encontró que no había evidencia de racismo y sancionó al jugador del Ufa por dos partidos por reaccionar con un gesto rudo.
Mientras Frimpong aceptó que estuvo mal que reaccionara contra los aficionados de los Spartak, él expresó su sorpresa ante el hallazgo.
«Que la Unión de Fútbol de Rusia diga que no escucharon o vieron evidencia de racismo es más que una broma», escribió en su cuenta de Twitter.
La FIFA le ha pedido al organismo rector del fútbol de Rusia que entregue su informe del incidente antes del martes, y que incluya la justificación de su decisión.
«Por supuesto que debido a que la Copa del Mundo se llevará a cabo en este país, existe mucho enfoque sobre Rusia, y por lo tanto, también entre nosotros es así», dijo el director de sostenibilidad de la FIFA, Frederico Addiechi, en una conferencia de prensa en San Petersburgo el jueves.
«Estamos siguiendo con mucho interés lo que está sucediendo, y estamos siguiendo este caso en particular».
El caso de Frimpong no es un incidente aislado en Rusia.
Un informe de febrero realizado por el grupo FARE en contra de la discriminación y el Sova Center, con sede en Moscú, documentó 99 incidentes de hechos racistas y de extrema derecha por parte de los aficionados al fútbol entre mayo de 2012 y mayo de 2014.
El lunes, el delantero brasileño Hulk le dijo a los reporteros que enfrenta acciones de racismo en casi todos los partidos en Rusia, y expresó su decepción en respuesta al incidente de Frimpong respecto a que nadie del equipo de Spartak condenara «estas acciones racistas».
Incluso esos comentarios del delantero, quien juega para el campeón de la liga rusa, Zenit de San Petersburgo, generaron críticas.
Según informes de los medios rusos, el presidente honorario de la Unión de Fútbol de Rusia, Vyacheslav Koloskov, dijo lo siguiente: «Definitivamente no es asunto de Hulk. Lo que tiene que hacer es salir al campo y anotar goles».
El ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko —miembro del comité ejecutivo de la FIFA— también pareció restarle importancia al problema, ya que le dijo a la agencia de noticias TASS que el incidente no debería ser «exagerado para convertirlo en un gran escándalo».
Hulk había sido nombrado en el equipo de asistentes en el sorteo para el evento de este sábado, también conformado por jugadores como el gran futbolista brasileño Ronaldo, Diego Forlan de Uruguay, Fabio Cannavaro de Italia y Samuel Eto’o de Camerún, pero la FIFA dijo que debido a los compromisos de su club, el brasileño había sido reemplazado por el excapitán de Rusia, Smertin.
Las autoridades del fútbol de Rusia han dicho que están haciendo todo para erradicar el racismo, pero Yuri Boychenko —director de la sección anti discriminación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos— dijo que aún es necesario hacer más.
«Es un problema de comportamiento. Es un problema de sociedad. En Rusia, de hecho, también hemos notado que no hay entendimiento respecto a qué es lo que el racismo significa», le dijo Boychenko a los reporteros en el lanzamiento del Programa de Sostenibilidad de la FIFA el jueves antes del sorteo preliminar, el cual determina los grupos que califican para las seis confederaciones.
«Las autoridades aquí deberían reconocer que existe un problema, y creo que ya viene ese reconocimiento».
Fuente: DC| CNN