“Me llamó una mujer. Me exigió que tenía que entregar 500 mil bolívares para no robarme el negocio ni atentar contra mis hijos. Me dio sus datos, qué hacen y dónde estudian”. Así relató una víctima a funcionarios de Polisur la extorsión a la que pretendían someterla cinco sujetos que cayeron, uno a uno, la tarde del pasado jueves 16 de julio.
Un total de 26 personas ha sido puesto a las órdenes del Ministerio Público, (hasta el miércoles 22 de julio) por pretender extorsionar a ciudadanos en Maracaibo las últimas dos semanas.
Siete de ellos, un 26 %, son funcionarios policiales: dos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB); cuatro de la Policía de San Francisco, Polisur; y uno de Polimaracaibo.
Una actuación policial que produjo, en medio de la polvareda del escándalo, la intervención de la PNB en Zulia y el anuncio, por parte del viceministro de Sistemas Policiales, Giusseppe Cacioppo, de la “revisión exhaustiva del área disciplinaria de Polisur”.
“Eso solo se logra con la denuncia”, explica el jefe del Grupo Antiextorsión y Secuestro (Gaes) de la Guardia Nacional (GNB) en Zulia, coronel Jorge Luis Guzmán. “La gente viene a denunciar y se activan los procedimientos para acabar con este delito”, indicó.
“Estamos recibiendo cinco denuncias, en promedio, de gente que recibe llamadas, que es amenazada, a quien le dicen que le harán daño a sus familiares. Muchos, por temor, acceden a pagar la cantidad exigida”, explica.
El Gaes practicó cuatro de los ocho procedimientos antiextorsión que se realizaron en Zulia en las últimas dos semanas, con 11 detenidos, incluyendo uno contra dos agentes de la PNB que extorsionaban a tres carpinteros en la circunvalación 2.
Polisur también se aplicó contra este delito, incluso en sus filas. Practicó cuatro operativos, incluyendo uno compartido con el Gaes, y detuvo a 16 personas. Los de San Francisco desmantelaron una banda, la de “El Chachaju”.
El otro cuerpo al que se incluye en esta cifra es Polimaracaibo, responsable de la detención de los cuatro pnb que asaltaron a los pasajeros de la buseta que iba a Maicao, el pasado 9 de julio.
“Uno no denuncia porque teme que si el delincuente se entera que la policía sabe arremetan en contra de la familia o el negocio”, asegura un comerciante que acudió al Gaes a denunciar.
“Después que nosotros investigamos, pedimos autorización al Ministerio Público para hacer la entrega controlada, en la que la víctima finge que accederá al chantaje. Así capturamos a los hampones”, explica Guzmán.
Exceptuando a los casos que involucran a funcionarios policiales, dos operativos destacan por la “particularidad” de los hampones. En uno, dos abogados extorsionaban a los padres de un reo del retén El Marite.
“Se hicieron pasar por defensores públicos y pedían 500 mil bolívares para ‘agilizar’ la libertad del procesado”, contó una fuente de Tribunales. Son esposos. Los atrapó el Gaes en las cercanías del Palacio de Justicia.
En el otro, siete mujeres, cuatro de ellas hermanas, fueron detenidas por Polisur. “Amenazaban vía telefónica a una familia de la urbanización San Felipe y le exigían una cantidad de dinero para no arremeter contra sus familias”, explicó el comisionado presidencial, Osman Cardozo.
También agredieron a la comisión que fue a apresarlas.
Acciones policiales que la colectividad agradece y que demuestran que la extorsión y el cobro de vacuna son delitos en alza en el Zulia.
Fuente: DC| Panorama