Candados, encamisados y recubrimientos, son algunas de las medidas que los dueños de vehículos han adoptado para protegerlos, ante los elevados índices de robo.
Ahora no sólo se trata de que le arrebaten el vehículo, también debe sortear suerte con aquellos que hurtan las baterías de carros, las computadoras de funcionamiento, las tapas de rin y otras piezas, puesto que los malhechores ya dominan, entre tantas pericias, los métodos para abrir el capó en tan sólo segundos.
Por tanto, la inversión anual para su vehículo no sólo se basará en los gastos de la póliza de seguro, mantenimientos preventivos y algún contratiempo o renovación propios del uso, sino también en «blindar” hipotéticamente su carro, para protegerlo, piezas por piezas, del malhechor.
Ya no importa si usted deja su vehículo en un estacionamiento «con vigilancia” o en plena calle, la fechoría sigue haciendo de las suyas, y muestra de ello es que en el estacionamiento de una famosa clínica, se mostraba días atrás un cartel que decía: «No se guardan AVEOS”. Al consultar la razón de la medida, exponían que habían robado en el lugar, ocho baterías de este modelo de vehículo en menos de una semana. Según relatan algunos técnicos y mecánicos, como Orlando José, de una famosa tienda de protección vehicular, pareciera que los ladrones «ya conocen las debilidades de esta marcas y sacan provecho de ellas”.
En videos que circulan por internet, se aprecia cómo una pareja con una pequeña niña, en Guayana, tarda menos de dos minutos en sustraer la batería de uno de estos vehículos.
La avenida Vargas de Barquisimeto, así como calles colindantes, son epicentro de estos robos. Lo cuenta Rafael Carreño, quien fue víctima de hurto de batería en el empalme de la calle 24 con la referida arteria vial.
Se encontraba con un grupo de amigos en el sitio y constantemente se cercioraban de que todo estuviera bien con los vehículos. Pero a la salida, el suyo no tenía batería.
Mientras resolvía la problemática una patrulla de la Policía de Lara pasó por el lugar y, sin siquiera bajar de la unidad, le preguntó sobre lo ocurrido. La respuesta de los funcionarios fue: «Na´guará y esos ya deben estar lejos”.
Carreño compró una nueva batería en Bs. 10 mil y acudió a una empresa de instalación de equipos de seguridad. Allí le colocaron una lámina que recubre la batería y la computadora de su carro, la cual también suelen hurtar los malhechores. Por el trabajo pagó otros Bs. 10 mil.
Vale destacar que la computadora tiene un costo en el mercado electrónico, dependiendo del modelo y la marca, de entre Bs. 30 mil y Bs. 80 mil.
Sobre este arreglo, fue consultado Orlando José, quien aseguró que en los últimos meses ha incrementado el número de personas que solicitan el servicio. Refirió que se trata de una lámina de metal de 3mm, que recubre ambas piezas e impide que sean sustraídas.
Advirtió que todos los modelos y vehículos son susceptibles a este tipo de robos.
Alberto Méndez y José Suárez, propietarios de dos vehículos pequeños, prefirieron diseñar una especie de compuerta, que abre y cierra con la adaptación de un candado, con lo cual protegen batería y computadora, este último dispositivo que controla los sensores del carro. En los arreglos pagaron entre Bs. 1.500 y Bs 4.000.
Los robos vehiculares no son tema nuevo para contar. No obstante, pareciera que la escasez de repuestos y autopartes ha intensificado la práctica.
Instalar una bóveda de seguridad para carros actualmente tiene un costo de Bs. 28 mil, al igual que la colocación del tranca-palanca.
Colocarle el dispositivo de rastreo satelital a un vehículo puede oscilar entre los Bs. 25 mil y Bs 38 mil, mientras que el tranceiber cuesta entre Bs. 8 mil y Bs 20 mil.
La colocación del papel ahumado tiene un valor de Bs 5.000 y el seguro de las copas de los rines Bs. 6.000 También se realiza blindaje de cerraduras y otros.
Fuente: DC| El Impulso