Casi dos meses después de su detención el miércoles 27 de mayo en Zúrich a pedido de las autoridades estadounidenses, seis dirigentes de la FIFA permanecen detenidos en el país de los Alpes, mientras uno de ellos fue extraditado el jueves al país norteamericano.
Las autoridades suizas no informaron en su momento de la identidad del extraditado, simplemente de que tres policías estadounidenses se hicieron cargo de él el jueves para viajar a Nueva York, pero el Wall Street Journal reveló que se trataba de Jeffrey Webb, de Islas Caimán y que era presidente de la Concacaf en el momento de su arresto.
Webb se declaró no culpable el sábado en un tribunal de la ‘Gran Manzana’. Entregó su pasaporte y quedó en libertad con una fianza de 10 millones de dólares, con la obligación de permanecer en arresto domiciliario en un apartamento que no puede estar a más de 32 kilómetros de la corte federal de Brooklyn.
A principios de este mes, Suiza confirmó que Estados Unidos había solicitado formalmente la extradición de los 7 detenidos. Unos días después se anunció que uno de ellos había aceptado esa extradición, sin precisar el nombre, aunque finalmente se supo que había sido Webb.
Un portavoz de la Oficina Federal de Justicia (OFJ) suiza afirmó esta semana a la AFP que las audiencias de los otros seis detenidos en la operación anticorrupción están “todavía en curso”.
Esos otros seis detenidos son el costarricense Eduardo Li, que era miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y de la Concacaf; Julio Rocha (Nicaragua), responsable de desarrollo de la FIFA; Costas Takkas (Islas Caimán, Gran Bretaña), colaborador del presidente de la Concacaf; Rafael Esquivel (Venezuela), miembro del Comité Ejecutivo de la Conmebol y presidente de la Federación Venezolana, José María Marín (Brasil), miembro del Comité de Organización de la FIFA para el fútbol olímpico y expresidente de la Confederación de fútbol de su país y Eugenio Figueredo (Uruguay), exvicepresidente de la FIFA y expresidente de la Conmebol y de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
A finales de junio, el Tribunal Penal Federal (TFP) rechazó la petición de liberación de un dirigente de la FIFA, que según una fuente cercana al caso fue Eugenio Figueredo, de 83 años.
Otras siete personas fueron imputadas en la misma operación, pero no fueron detenidas aquel 27 de mayo al no encontrarse en Suiza.
El paraguayo Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol de 86 años, fue puesto en detención domiciliaria en su país.
La justicia argentina ordenó la búsqueda de los tres empresarios argentinos imputados. Hugo y Mariano Jinkis, padre e hijo, se entregaron el pasado mes en su país y Alejandro Burzaco se entregó por su parte en Bolzano (Italia).
DC – AFP