Dos concejales de Maracaibo se suman a la huelga de hambre. Egda Vílchez y Marvin Gámez, ediles, se acostaron en la colchoneta frente a la sede de Bomberos en la avenida Universidad. Desde ayer no comen ningún tipo de alimento sólido, solo agua y jugos. «Hemos decidido respaldar y sumarnos a la huelga de hambre del presidente del sindicato de los bomberos de Maracaibo. Es un justo reclamo de sus reivindicaciones».
Exhortan a Eveling Trejo de Rosales, alcaldesa, a atender el caso. «Aquí se reclama que a la ciudad de Maracaibo se le brinde un servicio adecuado en cuanto a la prevención y seguridad en lo que corresponde al cuerpo de bomberos. Hacemos un llamado para que voltee y vea lo que está pasando. Se lo notificamos a la alcaldesa que nos sumamos a la huelga de hambre hasta tanto no se le dé una respuesta positiva a los reclamos que se pueden solucionar de inmediato».
Vílchez asegura que en el Concejo Municipal se le negó el derecho de palabra para hablar sobre la problemática. Por eso su decisión de sumarse a la huelga. «Con 60 años y paciente con medicamento antihipertensivo estoy sumada porque quien va a la lucha no mira lo que le puede pasar, sino lo que puede lograr. A veces estamos acostumbrados a desayunar, almorzar, cenar en cualquier momento que podamos, aunque sea muy tarde; cuando no nos da tiempo pegamos el hambre de un día con el de otro».
Johan Morán, uno de los bomberos en huelga de hambre, comentó que con 24 horas en ayunas ya tiene su visión borrosa, desvanecimientos y cefaleas. «Tengo problemas con los niveles de glicemia en la sangre, en ocasiones tiendo a tener hipoglicemia. Desde el lunes en la noche ni ingiero nada sólido y no lo haré hasta que nos atiendan por lo menos tres demandas». Entre las exigencias destaca el aumento de sueldo, el pago del fideicomiso vencido y la instalación de los comedores en los cuarteles.
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