Aporrea: Nicolás el «dólar negro» pasó los 600: ¡La procesión va por dentro!

La procesión va por dentro es un sufrimiento, qué se aplica a la persona que se encuentra en una situación difícil pero disimula o no exterioriza el sufrimiento que está padeciendo.

Anónimo….

Como es de suponer es eficiente, cualquier gobierno con amplitud de criterio, vocación de servicio, sensibilidad humana, y sobre todo que trate de esquivar el peligro, y transitar por tierra firme que nos separe de los precipicios. En Venezuela no existe una zona de seguridad frente a la inflación que está cerca de los cuatros dígitos. Acercándose peligrosamente, o montada ya sobre la estanflación: los precios suben cada minuto debido al dólar paralelo que es el que rige la economía; el 10 de julio del 2015 el dólar paralelo se montó en Bs. 661,88. Por lo tanto, el riesgo de un empobrecimiento mayor, del pueblo venezolano trabajador, y asalariado es de genocidio. ¿Inflación y control de cambios? La primera nos empobrece, y el segundo nos arruina. La acción de ambos asesinos, cuando se ceban con una presa, tiene efectos destructores. Los precios suben desmesuradamente, el salario se esfuma, el bolívar se desinfla, y el país va hacia un desastre económico, y social. El resultado lo llaman los expertos en economía estanflación, un cóctel cuyos ingredientes son la inflación, el estancamiento económico y el desempleo, aunado al empobrecimiento del pueblo venezolano. Si los precios aumentan de forma generalizada y persistente, los ingresos de los venezolanos disminuye, el círculo vicioso se retroalimenta, producto de la parálisis productiva que se acentúa, y se acrecienta el ejército ya colosal de pobres.

En Venezuela, la situación es muy delicada, y se balancea con un pie en el abismo. Si resbala y se precipita al vacío, que Dios nos agarre confesados: pasando del empobrecimiento a la ruina.

¿Por qué? El burocratismo del alto gobierno trata de escurrir el bulto del saco de las mentiras, que le meten al Presidente Nicolás Maduro, que se las cree, y no le pone un parao a este despelote. También para desviar la atención, de los mas de 251 mil millones de dólares que se esfumaron del tesoro publico nacional: «el absurdo control de cambios persiste». La nomenklatura y sus lacayos, se han propuesto que el paralelo suba, y virtualmente, el dólar paralelo sube; aunque, realmente sube, y ahora de forma alarmante.

Estamos padeciendo un control político de cambio encubierto, porque sino nos tumban según el PHD en Economía Aristóbulo Isturiz, dándole continuidad a las falsas promesas e ilusiones incumplidas, amparados en una Constitución violada por unos pocos, y que no responde a los deseos de una mejor calidad de vida de la mayoría de la sociedad venezolana.

La burocracia creciente ahora con nombre militar, acabará por poner barricadas, y separar a la sociedad de la situación real de crisis, y del deplorable estado anímico del pueblo venezolano. Los altos funcionarios, y demás responsables están perdiendo el contacto con la realidad de este desastre económico. Cada día que pasa es más grave la situación y la crisis. La comunicación y el funcionamiento del sistema político bolivariano, se resquebraja con el tiempo, por la visión singular de los que pretenden mantenerse en el poder, a pesar de ser los principales causantes, y los que nos han conducido a esta crisis, moral, económica y política.

En cambio desviar la atención sobre presos políticos opositores, asociándolos con el hampa criminal, y el ahora conflicto con Guyana; lo que buscan es escandalizar y rasgarse las vestiduras ante una parte de la sociedad, y de la clase política que les apoya sus errores, sin dar la oportunidad de un posible y necesario cambio de estilo, para demostrar si se triunfa o no. Ya que otras formas de gobernar pueden ser mejores.

En todo caso, el análisis del actual proceso bolivariano, que no cristaliza en estabilidad constituye en si un fenómeno de cambio social y político. O sea un cambio radical de la actual elite gobernante para frenar esta crisis política, social y económica, que estamos padeciendo.

Hay que abonar un campo fértil para una salida honrada e ilustrativa, y darle paso a un nuevo liderazgo, al margen de los actuales acontecimientos de corrupción y excesos del gobierno de los estalinistas, que nos están hundiendo.

Unos de los aspectos más notables en la vida política son el control social, y la estabilidad política, y por otro lado erradicar el excesivo burocratismo parasitario que nos priva de la capacidad creativa, ya que estamos sujetos a ese control por parte de un burocratismo perverso, y sin escrúpulos.

Venezuela necesita, un cambio serio, una nueva transición pactada con la sociedad venezolana, y conseguir una reforma en la Constitución que nos permita: quitar la reelección presidencial indefinida, limitándola a cinco años, el exceso de empresas públicas, el exceso de cargos burocráticos, la reducción de organismos públicos parasitarios etc.

Esto suena duro y doloroso pero es la realidad de la crisis que vivimos, porque serán muchos los vividores de la política que quedaran por fuera. Pero será igual al paciente con gangrena cuando va a entrar a quirófano para una cirugía de amputación de uno de sus miembros, pero saldrá contento del pabellón porque tendrá la ocasión de una nueva vida. Esto es lo que necesita hoy Venezuela. Y si no lo hacemos terminaremos en el mierdero donde van de los excrementos de los humanos. En Venezuela confiamos en una correlación política con la elección de esta nueva Asamblea Nacional que se elegirá el 6D, esperemos que juntos a nuevos líderes podamos ver un claro en el horizonte después de esta negra tormenta.

Percasita11@yahoo.es

Fuente: DC|Aporrea

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