La mañana del viernes, la Guardia Costera de Turquía tuvo que intervenir para rescatar a una niña de 10 meses en medio de las aguas de altamar, que fue empujada por el viento.
La menor identificada como Melda Ilgin tenía puesto un flotador para bebés, el cual impidió que se ahogara.
Tras un descuido de sus padres, la bebé estuvo en el mar abierto por al menos una hora y las corrientes oceánicas la arrastraron hasta la costa de la isla griega de Lesbos.
La Guardia Costera actuó de manera rápida y eficaz y logrando reunir de nuevo a Melda con sus padres.
DC – Agencias