Desde el pasado lunes, la embarazada Yusmari Lozada, de 32 años, acudió a la Maternidad Negra Hipólita, ubicada en el sector II de 25 de Marzo, San Félix, de donde fue referida con una orden médica hacia el hospital Uyapar en Puerto Ordaz, lugar donde según el informe de control prenatal, daría a luz a su segunda pequeña.
De acuerdo al informe, la mujer tenía que dar a luz a través de una cesárea, pues su primera hija también nació de esa forma, lo que la condenó a este método de alumbramiento.
Al llegar al lugar, la dama esperaba ser atendida en la noche, pero la especialista de sala de parto les comunicó a los familiares que el nacimiento había sido postergado para las 7:00 de la mañana del día martes, argumentando que “ella estaba muy cansada para realizar la cesárea”, aseguró un familiar.
Trascendió que la fémina, pasó caminando toda la noche, por órdenes de su médico, esperando ser ingresada a pabellón al día siguiente, pero algo sorprendió a los familiares, a quien dieron por enterados que la mujer presuntamente estaba apta para un parto natural.
Finalmente, a la 1:00 de la tarde del día martes 30 de junio fue ingresada y les solicitaron a los parientes el kits para el cuidado de la parturienta y en neonato. Pasaban las horas y no daban información de la progenitora.
Fue entre las 9:00 y las 10:00 de la noche del martes que Yusmari tuvo que ser intervenida, la niña había nacido con un peso de 3 kilos y 800 gramos, peso que según especialistas en la materia, obligaba a una cirugía, pues las dimensiones del feto son demasiado grandes y se previene un desgarre.
La mujer logró parir a su pequeña viva, pero la bebé murió al poco tiempo ya que el pulso no se pudo mantener por falta de incubadora, reseñó el portal Nueva Prensa de Guayana.
Una decisión difícil
La hermana de la mujer, Julia Lozada, indicó que se derrumbaron con la muerte de la pequeña, pero se mantenían sin saber de la madre, siendo en la madrugada del miércoles, cuando les avisaron que la mujer había presentado dos paros respiratorios en medio del parto.
Los galenos informaron que producto de la fuerza que hizo para expulsar el feto, se le desprendieron cinco órganos, por lo cual tuvo que ser nuevamente intervenida para realizarle una histerectomía total, afirmó el esposo.
Cuando terminan la operación de la desafortunada, fue trasladada al área de terapia intensiva del Hospital de Uyapar, donde sufrió un paro cardiaco. Los especialistas lograron reanimarla a través de un respirador artificial, pero perdería la vida cuando la desconectaran.
No fue hasta este jueves por la noche, desesperanzados, cuando los familiares de Yusmari Lozada, tomaron la difícil decisión, “la dejamos descansar e ir al encuentro con su bebé”, expresó su hermana, a las afueras de la morgue del Hospital de ciudad Guayana.
DC | 2001