Los venezolanos nos estamos acostumbrando a que nada nos impresiona, y la cotidianidad por negativa que sean algunas situaciones han pasado a ser comunes en la vida de nuestra gente.
Los funcionarios policiales y militares se están acostumbrando a cometer abusos, los festejan, hacen chistes, y en el polvo del camino queda la humillación, el vejamen y la impotencia de los más débiles, frente a los atropellos que impunemente se cometen.
En el aeropuerto de Maiquetía, ocurrió el viernes 10 de julio a las 2 de la tarde un hecho sumamente grave que paso a describirles, tal como lo recibo de las víctimas. Allí funciona un modesto establecimiento de comida rápida; jugos naturales y las tradicionales empanadas. Éste es atendido por un grupo de señoras – empleadas muy humildes y cariñosas con el público.
En la fecha mencionada se presentó un grupo de hombres con armas largas (fusiles de asalto), con capuchas puestas que aterrizaron a empleados y público consumidor. Amenazaron a todos los presentes, obligaron a abrir la puerta de la cocina, causaron destrozos, empujaron, insultaron y seguidamente preguntaron: ¿dónde están los dólares?. Causando el asombro de propios y extraños.
Un rato después de la hazaña heroica, se identificaron verbalmente como funcionarios de inteligencia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Por supuesto, no encontraron en el lugar nada diferente a frutas, harina pan, aceite, pan, jamón, queso y otros productos que bastante tiempo hay que dedicar en las colas para conseguirlos.
A la heroica comisión de inteligencia de la GNB, vale la pena preguntarles varias cosas:
Olvidaron los susodichos funcionarios que la Constitución los obliga a presentar sus credenciales para identificarse
¿Qué autoridad civil o militar los autorizó para hacer un allanamiento sin orden judicial?
¿Quién dio la orden para esconder sus rostros con pasamontañas en un procedimiento?
Si en ese asalto heroico a Jucoca no encontraron nada anormal, ¿por qué se llevaron detenidas a las humildes trabajadoras del establecimiento?
Podría realizar unas cuantas preguntas más que no hago por razones de espacio.
En todas las épocas se han producido abusos contra la ciudadanía, pero funcionan instancias institucionales a las cuales acudir para ponerle freno a las desviaciones de chapados que se envalentonan.
Es realmente vergonzoso que estas cosas ocurran en pleno siglo XXI, a todo lo antes señalado se agrega la posición de la administración del aeropuerto, que impide el reinicio de las actividades de Jucocaargumentando un supuesto expediente que no existe. Lo de Jucocaes insólito!
Estas humildes mujeres además de haber sido atropelladas, fueron detenidas y llevadas a la oficina de resguardo de la GNB en el área internacional del aeropuerto. Afortunadamente un capitán de la GNB actuó guiado por el sentido de la equidad, ordenó la inmediata liberación de las trabajadoras por no existir ninguna falta o delito, impidiendo que se instruyera algún expediente. La actuación de este oficial evidencia que si hay reservas morales en todas partes, Dios permita que se multipliquen a diario.
Este insólito incidente no debe permitirse nunca más, o tendremos que concluir en que nos estamos olvidando de la vida civilizada.
DC / José Luis Pírela / Dirigente del MPV / joseluispirelapatria@yahoo.es / @joseluismpv