Más de quinientos guardias privados velarán por la seguridad en la final de la Copa América que jugarán mañana las selecciones de Chile y Argentina en el Estadio Nacional de Santiago, donde además se desplegará un aumento de la dotación de Carabineros, informaron hoy las autoridades.
El intendente (gobernador) de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, dio a conocer el plan de seguridad que se desplegará en el estadio y en otros puntos de la capital chilena ante los presumibles festejos que se producirán si Chile gana el partido, informó EFE.
Orrego explicó que las puertas del estadio se abrirán tres horas antes del choque, y se intensificarán los controles en los accesos para evitar el ingreso de elementos prohibidos.
«Recomendamos llegar temprano para evitar aglomeraciones y a los que no tengan entrada que no se acerquen, porque la reventa está prohibida», señaló el intendente.
Orrego dijo que todos los efectivos de Carabineros estarán mañana de servicio y que el contingente policial se reforzará con agentes antidisturbios.
En la céntrica Plaza Italia, lugar habitual de las celebraciones de los triunfos deportivos, se desplegará un dispositivo de seguridad especial que incluirá el resguardo de la embajada argentina, que está situada cerca de ese lugar.
Orrego hizo un llamado a festejar «de manera responsable» si Chile consigue la primera Copa América de su historia.
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