Los obispos de Paraguay solicitaron este domingo durante la misa multitudinaria que celebra el papa Francisco en Asunción, la liberación del policía Edelio Morínigo, secuestrado hace un año por un grupo guerrillero.
«Pedimos la liberación del policía Edelio Morínigo», fue una de las peticiones solemnes hechas durante las oraciones en voz de una joven.
El caso del policía Morínigo, quien desde hace un año se encuentra secuestrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), había sido mencionado indirectamente la víspera por el papa Francisco durante el encuentro con representantes de la sociedad civil paraguaya.
«Alguien me dijo: ‘fulano de tal está secuestrado por el ejército, haga algo’. Yo no digo si es verdad o no, si es justo, no es justo, pero uno de los métodos que tenían las ideologías dictatoriales del siglo pasado era apartar a la gente, o con el exilio, o prisión en el caso de los campos de exterminio, nazis o estalinistas», dijo el papa al final de un encuentro con las organizaciones sociales.
El portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, confirmó sucesivamente en rueda de prensa que el pontífice se había referido al caso de Morínigo.
El papa hizo una «referencia muy breve a un policía que está secuestrado hace un año por un grupo que se hace llamar Ejército del Pueblo Paraguayo. Creo que es un llamado a buscar una solución. Eso fue lo que entendí», declaró Lombardi.
Por su parte el portavoz de la iglesia paraguaya, Mariano Mercado, tildó al grupo guerrillero de «banda de delincuentes».
Estas aclaraciones sobre el confuso pedido del papa el sábado generó confusión en la prensa internacional al interpretarse que Francisco se refirió al ejército nacional y en presencia del presidente Horacio Cartes, que asistió a ese acto.
DC – AFP