Hay alfombra roja y, poco a poco, carros de alta gama van frenando frente a ella para descargar a gente con peinados y vestidos de gala a la que reciben en la puerta con un colorido coctel de bienvenida. Aunque podría parecer un estreno de la última película de Hollywood, lo cierto es que se trata de la inauguración de la casa francesa Louis Vuitton, la tienda de lujo más valiosa del mundo, según un reciente informe de Forbes, que abre sus puertas en el centro comercial más exclusivo de Ciudad de Panamá, el Soho Mall, en el corazón financiero de la capital.
La marca en realidad llegó al país hace 14 años, y decidió ampliar su boutique por la creciente demanda. Y no es la única: a su lado ya se ven las vitrinas recién estrenadas de marcas como Carolina Herrera, Hackett, Michael Kors, Tods, Saint Laurent, Burberry y las que incursionan en Panamá: Prada, Bottega Veneta, Fendi, Saint Laurent, Dior, Giuseppe Zanotti y Cole Haan, todas de lujo. Nadie se quiere perder la fiesta del jet set de la región, que ha hecho del istmo un lugar obligado para la adquisición de bienes de estrato seis.
“Hace unos años era muy difícil conseguir productos de alta gama en Panamá”, cuenta Faizal Asvat, vicepresidente ejecutivo de Asvat Group, grupo que maneja Tiffany & Co., Ermenegildo Zegna, Loewe, Paul Smith y Giuseppe Zanotti, entre otras. “No se entendía el potencial que tenía la ciudad como destino para el lujo, pero en los últimos años ha habido una demanda creciente, y el año pasado se dio el crecimiento más exponencial, al punto de que hoy es una de las industrias más pujantes en el país”, dice.
Cerca de 40% de sus compradores son extranjeros, afirma Asvat, quien reconoce que Panamá ha gozado de estabilidad política, económica y social, y de jugosas inversiones extranjeras que han hecho que la gente se sienta más cómoda a la hora de hacer inversiones en lujo, no solo en el mundo de la ropa, sino también en el sector inmobiliario o el arte, donde los precios de las piezas que se venden oscilan entre los 3.000 y los 300.000 dólares, según datos de Marión Gallery.
Otra de las ventajas que menciona el empresario es el atractivo de los precios, ya que el benchmark, o precio de referencia, es el mismo que en Estados Unidos, además de los relativamente bajos impuestos a la venta, del 7%, frente al 16% en Colombia, 19% en Brasil o 21% en Argentina, como señala The Wall Street Journal.
Solo que Panamá está a apenas hora y media de Bogotá y a dos horas de Caracas, la mitad de camino hasta Miami. El objetivo de los empresarios ahora es posicionar al país centroamericano como un destino atractivo para este mercado. Como resume Asvat: “Panamá hasta ahora no estaba en el mapa del lujo, pero así como muchos dicen “vámonos de shopping a Miami”, ahora la frase va a ser “vámonos de shopping a Panamá”.
En eso coincide Ximena Lasa, gerente de mercadeo de Soho Mall: “Panamá se ha vuelto la vitrina de lujo para América Latina”.
Lujo en todos los rubros. El Soho Mall, con una inversión de 400 millones de dólares, que incluyen el centro comercial, el primer Hotel Ritz Carlton de la región, un casino y dos torres de negocios, no es siquiera el único centro comercial de alta gama en la capital. Antes de él, Multiplaza inauguró en el 2007 su pasillo de lujo (Hermès, Carolina Herrera, Roberto Cavalli, Armani, Versace, Hugo Boss, etc.).
Y en sus alrededores, edificios de escala estratosférica que crecen a los pies de restaurantes gourmet dan cuenta de un fenómeno que se está contagiando a toda la ciudad.
Las calles, por ejemplo, se han llenado de carros de alta gama. De enero a mayo del año pasado se vendieron 1.149 autos de lujo, 381% más que cuatro años atrás, según el Instituto de Estadísticas y Censo.
Las principales cadenas hoteleras de alto perfil del mundo han hecho de Panamá su sede en el Pacífico centroamericano. El Bristol, Le Méridien, Ocean Trump, Hilton y Waldorf Astoria hacen parte de esa lista de élite.
Premium, pero asequible. El artículo más caro de la tienda Louis Vuitton es un baúl de 40.000 dólares que un ingeniero llevó a Panamá en 1917 para reactivar la construcción del canal. Sin embargo, hay artículos de menos de 100 dólares; y, como el empresario Faizal Asvat señala, “el lujo ya no es algo inalcanzable”. “Hay una oferta para una demografía muy abierta, un profesional puede adquirir un producto en Tiffany desde 150 dólares, o en Carolina Herrera, desde 500 dólares. El lujo es accesible a más gente”.
La sofisticada América Latina. La casa francesa Louis Vuitton (LV) cuenta con 462 tiendas en el mundo –19 en Latinoamérica– y el prestigio de ser la marca de lujo más valiosa del mundo, según un informe de Forbes, que valora la marca en 28.100 millones de dólares y la considera “una de las más rentables del mundo, con márgenes de beneficio cercanos al 40%”.
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