El príncipe Carlos ha querido que su nieto, el príncipe George, el primer hijo de los duquesa de Cambridge, tenga el mejor regalo que se puede imaginar. Le ha construido un maravilloso lugar para jugar, una casa en el árbol en un pequeño parque que está en los jardines de la residencia familiar de Highgrove, una propiedad campestre situada en el condado de Gloucester, al sur de Inglaterra. Esta cabaña se reconstruyó el año pasado con motivo del primer cumpleaños del príncipe George y se convertirá seguro en su refugio secreto.
Sin embargo, esta casa no es nueva. Se construyó originalmente con motivo del séptimo cumpleaños del príncipe Guillermo en 1989 y fue diseñada por el arquitecto William Bertram, quien para realizar bien su trabajo quiso mantener una entrevista con el príncipe Guillermo con el único fin de saber cómo quería que fuese la casa de sus sueños. El primogénito del príncipe Carlos respondió por aquel entonces: “Quiero que la casa esté situada en un lugar muy alto para alejarme de todo el mundo y que se acceda a ella a través de una cuerda de la que pueda tirar y que nadie me alcance”.
El constructor cumplió con sus deseos: tenía un techo de paja y contaba con la larga cuerda que quería su por aquel entonces “propietario”. Esas paredes de madera fueron testigo de muchas horas de juegos de los hermanos Guillermo y Harry y lo serán ahora de otra pareja de hermanos. Este lugar soñado por el duque de Cambridge tuvo que ser reconstruido cuando murió el árbol de acebo en el que se sostenía. Ahora se trata de una casa más moderna, pero igualmente mágica que albergará los juegos del príncipe George y, cuando sea más mayor, de su hermana Charlotte.
El pequeño Príncipe, tercero en la línea de sucesión al trono británico, puede corretear a sus anchas en este fabuloso parque. Está situado en un prado de flores silvestres y cuenta con una cabaña de estilo victoriano, que tiene una preciosa estancia que consta de una pequeña cama, una estufa de leña y suelos de roble francés. La decoración ha corrido a cargo del orgulloso abuelo que ha pintado las paredes en color azul. Este fantástico lugar de juegos está escondido en una zona del jardín conocida como The Stumpery, que se llama así porque es donde se amontonan los troncos de árboles caídos.
DC|RH