Los comisionados de Miami lo han dejado en claro. Quieren más policías en las calles. Punto.
Determinados a reforzar la fuerza policial de la ciudad, durante los dos últimos años aumentaron en más de un 15 por ciento los gastos del departamento de policía y agregaron 115 posiciones presupuestadas de agentes. Ellos han hablado sin descanso en medio de un aumento de los homicidios de crear una ciudad segura con el aumento del personal de la policía a niveles de ciudades como Atlanta y Memphis, donde hay más de tres o cuatro agentes por cada 1,000 ciudadanos.
Pero los comisionados sólo pueden votar para contratar a más policías. En realidad, de colocar una insignia en un uniforme se encargan la administración de la ciudad y los oficiales de alto rango de la policía. Y a pesar de los esfuerzos de reclutamiento, una presión de alto perfil para colocar la fuerza policial de la ciudad cercana a 1,300 agentes no ha dado resultado alguno.
Las cifras suministradas por la policía de Miami muestran que al entrar en junio, el número de agentes en la fuerza de la ciudad era de 1,140 – cuatro menos de la cifra de los presupuestados cuando los comisionados deseaban comenzar su aumento de contrataciones a finales del 2013. Los administradores dicen que han contratado a casi 300 nuevos agentes durante los tres últimos años, pero debido a la gran deserción y al largo proceso de selección, la fuerza no llegará pronto, si es que llega, a 1,261 agentes.
“Es muy simple decir hazlo, pero aquí hay un proceso”, dijo el jefe de la Policía Rodolfo Llanes, a quien se nombró después que la comisión pidió más agentes.
La situación no es sorprendente, dado los años de diálogo y sugerencias, los funcionarios electos calmaron sus expectativas hace un año. Llanes cree que ha habido mucha presión para aumentar la presencia policial, por lo que la actual política ha sufrido, incluso cuando el crimen se redujo en un 4 por ciento con respecto al año pasado.
“En este momento, la ciudad tiene los niveles de criminalidad de 1963 basado en nuestra población, pero nunca se sabe eso porque dicen que estamos en una crisis de contrataciones”, agregó Llanes.
Pero la incapacidad de la ciudad para agregar nuevos agentes lo suficientemente rápido, comienza a frustrar a algunos comisionados sobre un tema que han promovido públicamente y crea tensiones entre la administración de Miami y un grupo insistente de residentes. También provoca preguntas sobre si la ciudad será capaz de simplemente mantener un compás de espera con el personal de la policía, mientras vienen cientos de retiros provocados por una decisión unilateral de la comisión durante la época de la recesión para balancear el presupuesto, al reducir los salarios y beneficios de los empleados, así como congelar temporalmente las nuevas contrataciones.
“No creo que se vayan a poder salir de este problema”, dijo el comisionado Marc Sarnoff, quien regularmente presiona por actualizaciones en los esfuerzos de contratación y preguntas sobre si la ciudad hace lo suficiente. “Hemos estado en esto durante tres años”.
La semana pasada, Sarnoff convocó una reunión especial para ventilar proyecciones de su personal que advierten que, con uno de cada cinco agentes listos para retirarse en diciembre del 2018, la fuerza policial de Miami será en realidad más pequeña dentro de tres años de lo que es ahora. Sarnoff cree que la ciudad debe considerar contratar a más agentes en vez de hacerlo en otros departamentos y suministrar incentivos para que ellos vivan en la ciudad.
Llanes disputó las proyecciones de Sarnoff. Pero lo que es indisputable es que hasta mayo, la cantidad de agentes en la ciudad no había aumentado de la cantidad presupuestada hasta el otoño del 2013.
Para algunas recientes víctimas de delitos, eso es más que frustrante. Fernand Amandi, un propietario del sur de Coconut Grove cuya casa fue robada con allanamiento en el 2013, atacó la semana pasada al administrador y al jefe de la policía de la ciudad de Miami, al decir que no cumplieron con las promesas hechas a los contribuyentes.
“No puedo arriesgar la seguridad de mi familia con las excusas que ustedes han traído hoy aquí”, dijo Amandi, un director en la firma de comunicaciones y encuestas Bendixen & Amandi International, a Llanes y al administrador de la ciudad, Daniel Alfonso.
Amandi trajo hace dos años cientos de personas al ayuntamiento después de una serie de robos con allanamiento en el Grove y regresó el verano pasado a presionar por más policías. La comisión respondió al presupuestar $26 millones anuales extra durante los dos próximos años en la policía, incluyendo millones para crear posiciones para 155 policías adicionales.
A menos que las cosas cambien rápido, dijo Amandi a los comisionados, “Creo que es el momento de convocar un voto de no confianza para nuestro administrador de la ciudad”.
Esto puede parecer una dramática y exagerada reacción para un administrador que Sarnoff dice que es el mejor con el que ha trabajado en nueve años, pero los administradores de la ciudad tienen vidas cortas en Miami. Ni es sin precedentes preocuparse por que el crimen derroque a los dirigentes de la ciudad. Una situación paralela se vivió recientemente en Coral Gables, donde luego de una ola de crímenes, el consultor político Freddy Balsera realizó una presión creciente sobre el ayuntamiento que al final llevó a cambios.
“Trato de prevenir que eso suceda y que ésto vaya definitivamente a donde veo que va”, dijo Francis Suárez, comisionado de Miami. “En ese caso, se podría alegar que esto le costó su trabajo a un jefe policial”.