River salió conforme de su empate sin goles ante Tigres en la ida de la final de la Copa Libertadores. El equipo millonario confía en llevarse el título en el Monumental.
El plan de Marcelo Gallardo maniató a su rival en la lucha por ser campeón. El conjunto argentino tuvo en Maidana a su mejor hombre. El central de River gobernó el partido, demostrando su experiencia. Gignac, la estrella francesa de Tigres, se desesperó y no disparó en ninguna ocasión a portería. La sombra de Maidana le persiguió durante todo el encuentro.
Tampoco Tigres contó con Sobis. Y es que el mediapunta se perdió en el laberinto defensivo de los argentinos, por lo que fue el pundonor de Arévalo Ríos el que empujó al conjunto mexicano hacia el campo rival. En una acción del uruguayo pudo llegar el primer tanto. Su centro se envenenó tanto que acabó estrellándose en el travesaño.
En la siguiente oportunidad, casi consecutiva, Jurgen Damm bailó con Vangioni para terminar poniendo un centro peligroso. Sobis se elevó en el aire, sin embargo, su testarazo murió mansamente en las manos de Barovero. River Plate sólo atacó cuando Carlos Sánchez se olvidó de ayudar en la contención para dibujar un pase al hueco desaprovechado por Alario, o más bien atajado por un Nahuel Guzmán ágil para quedarse con la pelota del delantero argentino.
Ofensiva de los mexicanos sin ningún resultado
El segundo acto comenzó con un doble movimiento de fichas. Los problemas musculares mandaron a Rodrigo Mora y Tabaré Viudez al túnel de vestuarios antes de tiempo. La entrada de Pity Martínez y Bertolo oxigenó a River. El equipo argentino merodeó el área contraria, pero sin tomar riesgos innecesarios.
El conformismo argentino animó a su oponente, aunque no tuvo la contundencia que hace falta en este tipo de partidos. Un latigazo de Juninho lo desvió Barovero con una fantástica estirada. A continuación, Damm desaprovechó la que fue la mejor opción para abrir el marcador. Se quedó solo delante del arquero argentino, sin disparar a puerta eligiendo el regate. El extremo de Tigres se quedó sin ángulo y ahí se esfumaron las posibilidades de victoria para el conjunto mexicano. La defensa de River aplacó a un rival desacertado. Los argentinos pasarán al ataque en la vuelta, en el momento en que se decide al campeón.
DC | Marca