Los Gobiernos en Venezuela planifican y no ejecutan lo que formulan, por lo cual han sido improvisadores permanentes frente a los problemas que se agravan a su máxima expresión. Varios Gobiernos, incluyendo el actual han impulsado iniciativas que luego abandonan sin evaluar, diagnosticar y reformular, promoviendo algo muy visible que los justifique frente a la gente; sin dimensionar soluciones de fondo.
Desde la década de los 70 con los autobuses importados por Diego Arria en CAP I, el metro de Caracas y luego otras ciudades hasta los buses chinos del Gobierno de turno, la situación permanece igual. A ellos se agrega la inseguridad de conductores y usuarios que son víctimas del hampa cotidianamente, por ello decimos: Transporte No hay.
El sistema del metro de Caracas es insuficiente para la Metrópoli, bajo los efectos de la densidad poblacional y la recentralización administrativa, donde todo se decide en la capital.
El metro de Maracaibo, Valencia y otras ciudades viven los efectos de la desinversión y van a paso de tortuga.
El sistema de taxis en todo el país, es una expresión de voluntarismo, de desempleados que acuden al oficio de manera eventual como un “mata tigre”, en la más absoluta anarquía, sin coordinación, ni horarios.
El transporte de autos, buses u busetas, al igual que los taxis, está seriamente impactado por los efectos de la crisis económica, falta de divisas, escasez de repuestos, cauchos, lubricantes, servicios y baterías, sacando del parque automotor a prestadores del servicio cada día en un número mayor de unidades; deteriorando acentuadamente el ya pésimo servicio. Los prestadores de esta actividad, son tan pueblo como el usuario que los aborda, a precios cada vez más altos y con perspectivas de aumento que ahogan más a la gente y hacen lucir a los conductores como los malos de la partida, cuando en realidad todos somos parte de un circulo vicioso proveniente de fallas estructurales de un modelo político y económico inviable; que asfixia al país en todas sus manifestaciones vivenciales.
El parque automotor no solo esta golpeado por la escasez, también hay fallas de control de calidad de los repuestos, lubricantes y demás complementos en incremento diario de precios, producto de la inflación y especulación de un puñado de desalmados que a nombre de la reposición de inventarios le meten las manos en los bolsillos a los más débiles.
En Venezuela, hay un Gobierno que solo habla paja y mucha, levantando la falsa bandera de la guerra económica; pero ha colocado en indefensión a consumidores y usuarios. Si esto es falso díganme a dónde acudir.
El problema es cada día más grave; hay que evitar un enfrentamiento de pueblo contra pueblo, es necesario abrir una mesa de diálogo: Gobierno – Transportistas – Usuarios, a parir creativamente avances en medio del caos.
Transporte No hay, es urgente atender el tema.
DC / José Luis Pírela / Dirigente del MPV / joseluispirelapatria@yahoo.es / @joseluismpv