El pasado martes el agente de la policía Jelle van Heerikhuize, recibió un mensaje donde le decían que el narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín Gúzman Loera alias «El Chapo» habría sido visto en Ermelo, Holanda.
La noticia vino de un niño de diez años de edad, quien junto con dos amigos, pensaron que el hombre que habían visto en un estacionamiento de la calle de Paul Krugerweg de bigote «entintado», era el narcotraficante mexicano más buscado en el mundo, según se relató en el noticiero de radio y televisión Omroep Gelderland.
Al principio les dio miedo pero los animó la recompensa de 3.5 millones de euros que ofrece el gobierno mexicano para quien proporcione o brinde información del capo fugado el pasado 11 de julio de una prisión de alta seguridad mexicana.
Refirieron que el encuentro ocurrió cerca de un estacionamiento. Para los niños, el hombre en cuestión «se parecía realmente».
Los niños refirieron que lo vieron en una camioneta, y apuntaron las placas. Pero la madre de Peter pensó que no era. Los pequeños estaban convencidos que era ese hombre.
La policía tomó en cuenta dicha información y buscaron sin encontrar rastro alguno del narcotraficante. Pero el medio holandés destacó la noticia de los niños de Ermelo, como «una emocionante aventura» de Pedro (10), Lucas (10) y Laurence (9), que no llevó a ninguna recompensa pero sí en elogios por su actitud y audacia.
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