En Venezuela están creciendo los electores desencantados de la clase política que gobierna y que se le opone. Un 21% de los electores encuestados manifiestan directamente que no se encuentran motivados a votar por los sectores polarizados pero que si tienen intención de ir a votar, lo que alienta el nacimiento del voto nulo como una nueva forma de votar. En Venezuela se puede hacer de varias formas 1. Si la electora o elector presiona en la pantalla de la máquina de votación el recuadro VOTAR, sin haber completado su selección, 2. Si la electora o elector presiona en la pantalla de la máquina de votación el recuadro VOTAR, sin haber seleccionado ningún cargo, 3. Si la electora o elector queda registrado en el SAI y abandona el proceso sin haber votado, 4. Expiración del tiempo para votar, eso quiere decir que el ciudadano ejerció su derecho al voto pero no lo hizo por ningún candidato.
Sin embargo, en España, Chile y Colombia existe el voto en blanco como una manera de expresar un disentimiento, abstención o inconformidad con los candidatos postulados o con sus partidos políticos. En el caso de Colombia con la sentencia de la Corte Constitucional C– 490 del 2011, el voto en blanco ejerce tanta fuerza que si saca en una elección más votos que los candidatos postulados a cualquier cargo de elección popular las elecciones deben repetirse y los candidatos perdedores no podrán postularse de nuevo, lo que se convierte en arma electoral fulminante en el caso de ganar.
La abstención es otro método de manifestar un descontento o desinterés electoral, si la abstención es alta como ocurrió en las elecciones parlamentarias del 2005 cuando los candidatos de la oposición se retiraron puede medirse como un rechazo, o como lo expresan algunos analistas es señal de desconfianza al árbitro electoral o sienten que su voto no es decisivo para que su tendencia gane o pierda, lo cierto es que la abstención es un indicador importante de desinterés. En Venezuela según el comportamiento electoral es más alta en elecciones municipales, regionales y parlamentarias que en elecciones presidenciales.
En el caso de las elecciones parlamentarias anunciadas para el 6 de diciembre de 2015, los miembros de la M.U.D. están convencidos de que no importa el candidato que ellos pongan la gente saldrá a votar igual a favor de ellos porque votaran en contra del gobierno por el descontento, lo cual les favorece; mientras tanto el P.S.U.V. y aliados piensan la misma metodología, que votaran por ellos simplemente porque votaran en contra de la M.U.D., con el ingrediente de mantener el poder.
Sin embargo, si la campaña no motiva a los electores, una alta abstención favorece a quien tenga mejor estructura electoral armada, quien tenga todos los testigos electorales en los centros de votación y quien tenga capacidad de movilizar. El próximo parlamento tendrá el reto de hacer cambios profundos en el rol real del parlamentario, inclusive sería una demostración de democracia promover una reforma legislativa que elimine la reelección indefinida, exista la segunda vuelta electoral y se legalice el voto en blanco. Y es que el poder enferma en tal medida, que tanto los diputados opositores como los del gobierno pensarían mucho en impulsar esos métodos de participación electoral. Como lo dijo Pedro Almodóvar “De golpe se acercan unas elecciones y no sabes a quien votar. Sé lo que no quiero votar, pero lo que quiero votar no lo veo. Eso produce una impotencia enorme y los políticos deberían darse por aludidos”. No botes tú voto, vota por los mejores y si no hay mejores vota nulo.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Coach Político, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda