Las instalaciones de Alimentos Polar han recibido más de 293 inspecciones de organismos públicos en lo que va de año y se han atendido en promedio 36 fiscalizaciones por mes.
“A partir de este 7 de agosto, la frecuencia y el grado de exigencia de estas visitas se ha intensificado hasta alcanzar el grado de acoso. Hemos tenido que dedicar 3.952 horas-hombre a atender 38 inspecciones en 4 días, en lugar de ocuparlas en actividades propias de la producción y distribución”, señaló Mayela Rojas, gerente de Asuntos Legales de Alimentos Polar.
La abogada refirió que solo durante la inspección de la Superintendencia Nacional Agroalimentaria (Sunagro) a la planta de harina de maíz precocida en Chivacoa, estado Yaracuy, realizada este 12 de agosto, se exigió la entrega de 33.000 copias de documentos.
“No tiene ningún sentido ocupar todos estos recursos tanto de Alimentos Polar como de las instituciones del Estado, en procedimientos que en nada ayudan a las empresas productivas, sino que al contrario, perjudican su normal funcionamiento. Todos los documentos exigidos reposan en los mismos órganos de Gobierno que nos visitan cientos de veces todas las semanas, lo que significa que se duplica el esfuerzo tanto de las autoridades como de las empresas”, expresó Rojas.
En otra actuación, se exigió presentar un reporte de las mejoras técnicas realizadas durante los últimos 50 años en la planta de harina de maíz precocida de Turmero, estado Aragua.
Rojas enfatizó que Alimentos Polar continúa firmemente comprometida con la producción y distribución en el país. “Seguiremos entregando todos los requerimientos de información cada vez que nos los pidan, pero creemos que esta situación de hostigamiento contra la empresa y sus trabajadores va en contra de nuestro objetivo, que es el de contribuir con nuestro máximo esfuerzo con el abastecimiento y la seguridad alimentaria de los venezolanos”, aseveró.
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