Las nuevas condiciones de privacidad del servicio de «streaming» musical Spotify, que solicitan acceso a los contactos, las fotos y la localización de los usuarios, han despertado críticas y recelo e incluso, han motivado que algunos clientes cancelen sus cuentas.
Spotify modificó esta semana su política de privacidad con el objetivo de «recoger, utilizar, compartir y procesar» distintos tipos de información de los usuarios, tales como su localización (GPS), su agenda de contactos, su actividad en «aplicaciones de terceros» (como Facebook), sus imágenes y otro tipo de documentos multimedia.
En su página web, la compañía informa que el usuario que no acepte las nuevas condiciones tendrá que abandonar el servicio.
Por el momento, el cambio se ha implementado en Estados Unidos y se desconoce cuándo llegará al resto de mercados en los que opera el servicio.
La agencia Efe ha intentado hablar con Spotify, pero sus portavoces no estaban disponibles para dar explicaciones.
Las novedades han sido mal recibidas por algunos usuarios, que se han quejado en Twitter del movimiento con mensajes como «Spotify te controla», «qué invasivo se ha vuelto este servicio» o «Spotify quiere tu alma».
Ante la sucesión de críticas, el fundador de Spotify, Daniel Ek, salió endefensa de las nuevas condiciones y aseguró que cada vez que acceda a la localización y a las fotografías con fines concretos, el servicio pedirá permisos.
La decisión de la compañía se produce días después de que unos piratas publicaran información personal de los usuarios de la web de contactos para adúlteros Ashley Madison, lo que ha despertado recelos en torno a la seguridad y la privacidad de los servicios de internet.
Las reacciones generadas tras el anuncio del cambio de políticas de privacidad son un toque de atención para Spotify, que este año ha tenido que hacer frente a la sonada marcha de la popular cantante Taylor Swift y a la aparición del servicio musical de Apple.
Spotify, presente en 58 mercados, tiene una comunidad de 75 millones de usuarios, 20 millones de los cuales pagan por su cuenta.