¿Cómo será el mundo en el 2025?

Nos dirigimos hacia tiempos increíbles en los que la única constante es el cambio y la velocidad de cambio aumenta cada día de forma exponencial. Eso hace que cada día sea más difícil prever qué nos depará el futuro, incluso a medio o corto plazo.

Estas son 8 predicciones que podrían hacerse realidad en los próximos 10 años:

  1. Habrá ordenadores tan potentes como un cerebro humano por apenas 1.000 dólares

En 2025, podremos comprar, por tan solo 1.000 dólares, un ordenador capaz de calcular a una velocidad de 10^16 ciclos por segundo (10.000 billones de ciclos por segundo), una velocidad de procesamiento equivalente a la del cerebro humano.

  1. La economía se basará en un billón de sensores

La “Internet de Todo”, que describe las conexiones de red establecidas entre dispositivos, personas, procesos y datos superará, en 2015, los 100 mil millones de dispositivos conectados, cada uno de ellos con más de una docena de sensores recopilando datos. Esto dará lugar a una economía de un billón de sensores que, a su vez, originará una revolución de los datos más allá de nuestra imaginación. Cisco estima que la Internet de Todo generará 19 billones de dólares en nuevo valor. En España, una incubadora de proyectos relacionados con este campo es L’Alfàs Intelligence.

  1. Tendremos a nuestro alcance el conocimiento absoluto

Nos dirigimos hacia un mundo de conocimiento absoluto. Con un billón de sensores recopilando datos por todas partes (coches autónomos, sistemas satélite, drones, dispositivos ponibles, cámaras, etc.), podremos saber todo lo que queramos, cuando queramos y en donde queramos; y consultar los datos en busca de respuestas y diferentes puntos de vista.

  1. Habrá 8 mil millones de personas hiperconectadas

Diversas compañías como Facebook (con su proyecto Internet.org), Google (con su Proyecto Loon), SpaceX o Qualcomm y Virgin (con OneWeb) planean proporcionar conectividad global a todos los seres humanos de la Tierra a velocidades superiores a un megabit por segundo.

Cuando lo logren, el número de seres humanos conectados ascenderá de 3 mil millones a 8 mil millones, lo que supondrá una incorporación de 5 mil millones de consumidores nuevos a la economía mundial y, por lo tanto, decenas de miles de millones de dólares nuevos que fluirán hacia la economía mundial. Y estas personas no se conectarán como lo hacíamos nosotros hace 20 años, con un módem de conexión telefónica, sino con una conexión de 1 Mbps y acceso a toda la información del mundo en Google, a la impresión 3D en la nube, a los servicios Web de Amazon, a la inteligencia artificial de Watson, a la financiación colectiva (crowdfunding), a la colaboración abierta distribuida (crowdsourcing), etc.

  1. Desaparecerá la asistencia sanitaria tal como la conocemos, al ser reemplazada por nuevos modelos

Las instituciones sanitarias existentes tenderán a desaparecer con la aparición de nuevos modelosde negocio más eficientes y que mejorarán la atención. Miles de nuevas empresas, junto con los gigantes actuales (Google, Apple, Microsoft, SAP, IBM, etc.) se irán adentrando en esta industria, tan lucrativa en numerosos países (de hasta 3,8 billones de dólares en algunos de ellos) y aportarán nuevos modelos de negocio que desmaterializarán, desmonetizarán y democratizarán los actuales sistemas burocráticos e ineficientes.

Entre otros ejemplos:

Los sensores biométricos (en dispositivos ponibles) y la inteligencia artificial (IA)permitirán que cada uno de nosotros podamos dirigir y gestionar nuestra propia salud.

 

La secuenciación genómica a gran escala y el aprendizaje automático nos permitirán comprender el origen de enfermedades como el cáncer, las enfermedades coronarias o las neurodegenerativas y, consecuentemente, sabremos qué hacer al respecto.

 

Habrá cirujanos robóticos capaces de realizar perfectamente todo un procedimiento quirúrgico de forma autónoma una y otra vez por unos céntimos.

 

Podremos regenerar un corazón, hígado, pulmón o riñón cuando lo necesitemos, en lugar de tener que esperar a que muera un donante para que haya uno disponible.

 

  1. La realidad virtual y aumentada llegarán a todos los ámbitos de nuestra vida
Los miles de millones de dólares invertidos por compañías como Facebook (en Oculus), Google (en Magic Leap), Microsoft (en Hololens), Sony, Qualcomm o HTC, entre otras, darán lugar a una nueva generación de pantallas e interfaces de usuario.

Las pantallas tal como las conocemos -en nuestro teléfono, ordenador o televisor- desaparecerán y serán sustituidas por dispositivos oculares. No de estilo geek, como lasGoogle Glass, sino otros dispositivos equivalentes más elegantes como los que llevan ya hoy en día los amantes de la moda. El resultado será una disrupción masiva en toda una serie de sectores, desde la venta al por menor, a los bienes raíces, la educación, los viajes, el entretenimiento y el modo fundamental en operamos como humanos.

  1. Los asistentes empezarán a parecerse a JARVIS, el asistente de la película Iron Man

La investigación en inteligencia artificial hará grandes progresos en los próximos diez años. Si ya nos parece útil el asistente de Apple, Siri, en los próximos diez años podremos tener asistentes con capacidades ampliadas de comprensión y respuesta, más similares a JARVIS (Iron Man) o a Samantha, la asistente que aparece en la película HER.

Empresas como IBM Watson, DeepMind y Vicarious continúan desarrollando sistemas de inteligencia artificial de última generación. En 10 años, será normal que permitamos que nuestro asistente de IA escuche todas nuestras conversaciones, lea nuestros correos electrónicos y escanee nuestros datos biométricos porque la comodidad y beneficios que nos proporcionarán serán tan inmensos que compensarán la pérdida de privacidad.

  1. Bitcoin y su cadena de bloques (blockchain) darán mucho que hablar

Los que no hayan leído nada todavía sobre la cadena de bloques o blockchain, deberían hacerlo. Puede que sí hayan oído hablar de bitcoin, la criptomoneda de alta seguridad, democratizada y descentralizada (global) basada en dicha cadena de bloques. Sin embargo, la verdadera innovación es la cadena de bloques en sí, un protocolo que permite realizar transferencias digitales seguras y directas (sin intermediarios) de valores y activos (ya sea dinero, contratos, acciones, etc.). Inversores como Marc Andreesen han invertido decenas de millones en su desarrollo y creen que se trata de algo tan importante como la creación de la propia Internet.
 

 

 

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