Con un acuerdo logrado casi sobre el filo de un ultimátum sindical, el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), conglomerado multinacional responsable de las principales tareas de ampliación del Canal de Panamá, y el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), que aglutina a los 6.000 obreros a cargo de las labores, evitaron este martes el estallido de un paro indefinido a partir de este miércoles en la estratégica expansión de la ruta acuática.
El pacto enterró, por el momento, los temores de que una nueva paralización en los trabajos provocaría más demoras en las ya retrasadas obras de ampliación, que deben estar concluidas y operando en la primera semana de abril de 2016.
GUPC, consorcio internacional encabezado por la española Sacyr Vallehermoso y la italiana Impregilo, y Suntracs llegaron a una solución de punto intermedio en una puja salarial que, de prolongarse, podría haber impactado en el futuro inmediato de la ampliación.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), empresa estatal y autónoma que administra la centenaria vía interoceánica, advirtió el lunes que era urgente llegar a una solución, porque el proyecto de la ampliación «no aguanta una huelga más».
El sindicato, que exigía un incremento de sueldos de más del 8% que rigiera a partir del pasado primero de julio, aceptó reducir su exigencia y que la firma contratista constructora concediera un aumento del 5%, siempre retroactivo al primer día del mes anterior.
El Grupo explicó en un comunicado para anunciar el arreglo, que GUPC y Suntracs «hemos llegado a un acuerdo que pone fin a la huelga anunciada por los trabajadores a partir de este 12 de agosto» en el proyecto, que contempla la edificación de un nuevo juego de esclusas en los litorales Atlántico y Pacífico.
«GUPC reitera que el aumento salarial a los trabajadores de la obra ya se había pagado el año pasado y era considerado válido para el resto del contrato. Sin embargo, el Grupo hace otro sacrificio económico adicional para evitar una huelga que afectaría nuevamente el cronograma de entrega del proyecto», alegó.
No obstante, la compañía aprovechó para volver a fustigar a la ACP, que ha alegado que los aspectos laborales le competen «estrictamente» a la constructora, integrada también por la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana como minoritarios, y que por lo tanto también había motivos para detener la obra. «Logramos un acuerdo en buenos términos como resultado de un último esfuerzo, en el que participamos contratista y sindicato», puntualizó, al reprochar que la ACP «a pesar de ser la dueña de la obra y conocer los compromisos financieros que ha tenido que asumir GUPC, se ha desentendido de la negociación».
El sindicalista Héctor Hurtado, secretario de Organización de Suntracs, explicó que el acuerdo implica un aumento de 4.40 por hora para obreros calificados a 4.81 y del 5% para las restantes categorías. Al preguntársele si el sindicato debió ceder, admitió que «todo es parte de la negociación. Había una cifra máxima de poco más del 8% fijada por el sindicato pero para negociar ambas partes»
«La huelga se evitó por todos los esfuerzos hechos por el Sindicato y la empresa», recalcó.
En su declaración, el Grupo precisó que el trecho a su cargo, otorgado en 2009 con una licitación por 3.118 millones de dólares, «ya se encuentra» con más del 90% de avance. La ampliación integral, iniciada en 2007 a un costo total de 5.250 millones, está al 93%, según ACP.
Los líos financieros de GUPC han provocado severos en las obras desde 2012, ya que inicialmente debieron estar concluidas en 2014, pero las trabas económicas entre el Grupo y la Autoridad por pleitos por millonarios sobrecostos adicionales generaron retrasos y paralizaciones para postergar la finalización primero a noviembre de 2014, luego a mayo y junio de 2015, después a diciembre de 2015 y finalmente a principios de 2016. La primera semana de abril de 2016 sigue estando como la clave para el final de las obras e inicio de las nuevas operaciones canaleras para permitir el paso de buques de mayor calado.
La ruta construida por Estados Unidos de 1904 a 1914 e inaugurada hace 101 años, sigue funcionando con normalidad, ya que los trabajos de ampliación son paralelos y se realizan en otros sectores de la franja canalera.
DC|ElPaís