Este lunes el partidos socialcristiano Copei fijó posición sobre el estado de excepción en la frontera colombo-venezolana decretado por el presidente Nicolás Maduro.
La tolda verde se solidarizó con los habitantes de los municipios fronterizos de San Antonio, Ureña, Capacho Independencia y Capacho Libertad y denunció que muchas personas sufrieron tratos crueles en el proceso de deportación, así como revisiones violentas de sus viviendas.
“Con el estado de cxcepción el gobierno ataca las consecuencias y no los problemas que existen en la frontera”, expresó la vicepresidenta nacional de Copei, Melina Vásquez.
“Este gobierno, que no tiene política de fronteras, difícilmente podrá resolver un problema tan complejo como éste. La frontera no es un teatro de operaciones sino una vasta franja territorial donde viven miles de familias e igual que en todas las zonas fronterizas del mundo, dependen del intercambio comercial”, destacó.
La dirigente emplazó a la Asamblea Nacional a aprobar una Ley de Fronteras que contribuya a generar oportunidades de empleo para la zona fronteriza.
A su juicio, el atraso en materia de producción y oferta laboral ha mermado las oportunidades de jóvenes habitantes de Táchira, quienes acudieron al denominado “bachaqueo” como forma de subsistencia económica.
“Un sueldo de obrero en Colombia equivale a 200.000 bolívares en Venezuela, ¿Aquí quién gana eso?”, cuestionó.
Vásquez repudió los ataques de los que fueron víctimas los miembros de la Fuerza Armada en la frontera, pero también se solidarizó con el pueblo de esa zona por la manera en que violentaron sus hogares.
“Ha habido ataques a personas que no tienen que ver con eso, ingresan a sus casas, les revisan todo, les marcan las casas con spray. Hay zozobra y el pueblo del Táchira esta cansado de violencia e inseguridad, cansado de tantos atropellos”, manifestó.
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