Posiblemente intuyas, o incluso sepas cuáles son las preferencias de tu pareja en la cama, pero lo que no es tan habitual es tener certeza sobre lo que no les agrada. A veces por vergüenza o por falta de comunicación se dejan de contar aquellas cosas que, a la larga, influyen en el interés sexual.
¿Qué cosas por lo general no les agrada a los varones?
Nunca toman la iniciativa. Quizás por su educación o por prejuicios, algunas mujeres se sienten incomodas o temen tomar la iniciativa, a veces por miedo a lo que se pueda pensar de ellas. Desconocen que a los hombres también les agrada que ellas tengan un papel activo y que los sorprendan. Dar y recibir es la clave.
Censurar alguna práctica, porque sí. Pensemos que en el sexo, todo vale, siempre y cuando este consensuado.
Creer que él solo tiene una zona erógena. En un encuentro sexual es importante acariciar todo el cuerpo de nuestra pareja, y no centrarnos solo en sus genitales. Seguramente él descubrirá que tiene otras zonas que le son muy placenteras al contacto.
Que el sexo o la falta del mismo se convierta en un premio o un castigo. Tengamos un encuentro sexual cuando queramos tenerlo, sin sentirnos obligadas ni coaccionadas.
Excitarlos al máximo, durante todo el día, y luego negarse a un encuentro sexual. Podemos posponerlo pero no negarnos con esa famosa frase «yo que hice».
Creer que si no tiene ganas es porque no te desea. No sigamos creyendo ese mito según el cual un hombre, tiene deseo en todo momento. Las presiones del día a día, el estrés, o el cansancio pueden tener efecto sobre su interés sexual, al igual que en nosotras.
Descuidar la higiene y la lencería. Cuida siempre tu aspecto, tu higiene y, por qué no, tu lencería. Erotizar el momento los puede ayudar a que el encuentro sexual sea más apasionado. Entonces, sorpréndelo.
Hablarle del tamaño de su pene, cayendo en un «sincericidio». Algunos hombres siguen pensando que el tamaño es muy importante, y desconocen que la mayor parte de la sensibilidad de una mujer se encuentra en el primer tercio de la vagina.
Compararlo con ex parejas. Ellos al igual que nosotras quieren sentirse únicos.
Negarse a probar cosas nuevas. Es importante alimentar la pasión con variedad. Si tu pareja quiere probar algo nuevo, no significa que no esté satisfecho. Inténtalo siempre y cuando estés cómoda y no te sientas obligada a hacer algo que no quieres y aplica esta premisa también en el caso de él, pues aunque quieras probar cosas, quizá no se sienta cómodo con algo que propongas. Puedes intentar sorprenderlo con lugares, ropa interior, juegos, posturas y otros afrodisiacos.
Pedir más sin respetar tiempos de recuperación y descanso. Como al eyacular el miembro masculino se relaja, es necesario un tiempo para que pueda volver a tener una erección. Si intentas estimularlo de inmediato, le puede resultar desagradable y muy exigente.
Mordisquear o apretar con fuerza zonas demasiado sensibles. A los hombres les encanta recibir caricias en sus genitales, en sus testículos, pero de modo suave.
Fingir un orgasmo. Podes haber sentido mucho placer y no alcanzar tu orgasmo. Pero no lo finjas. Seguramente cuando menos lo esperes, lo lograras.
Evitar estos errores, nos permite encuentros relajados y sumamente placenteros.