No he votado nunca por Juan Manuel Santos, y desde que se declaró el mejor amigo de la tiranía venezolana obviamente siento gran animadversión por él; creo que jamás o en muy raras ocasiones, al menos, he coincidido en una opinión con él. Pero esta vez sí me declaro totalmente de acuerdo con lo que dice.
Él ha expresado que “es mentira que haya ordenado un cese bilateral de fuego” en el caso del papel del Estado en las represión de los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc. El Expresidente Uribe y otros, como yo, enemigos de la paz con impunidad, han expresado que el Presidente Santos ha decretado un inconstitucional cese bilateral al fuego, y están equivocados: esta vez el Presidente Santos sí tiene toda la razón.
Un cese bilateral equivale a que tanto las Fuerzas Militares, como los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad, acordaran no hacerse daño, ni tampoco hacer daño a terceros, en este caso civiles.
Pero eso no es lo que ha ordenado el Presidente Santos a los militares, él lo que ha dicho es que cesen los bombardeos contra los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc. Cualquiera que tenga un conocimiento mínimo de estrategia, o que simplemente revise la historia del enfrentamiento contra las Farc en los últimos años, o por lo mínimo haya leído la declaración de un soldado sobreviviente al ataque de las Farc donde asesinaron 11 militares en el Cauca, sabe una verdad de Perogrullo en estrategia militar: “los bombardeos son una acción indispensable en el acorralamiento de las Farc, sin ellos la superioridad estratégica que tienen las Fuerzas militares se pierde completamente”.
De manera que lo que el Presidente Santos ha ordenado es el cese de la única forma que las Fuerzas Militares pueden amedrentar a las Farc, él ha ordenado eliminar lo único a los que esos narcoterroristas criminales les tienen miedo, los bombardeos. Además el afable Ministro de la Defensa ha hecho dos declaraciones muy reveladoras de lo que realmente está sucediendo, una, indica que falta muchísimo para el cese bilateral, y otra, ha maniatado a los militares advirtiéndoles que no puede haber un solo error porque se tirarían los diálogos de paz.
Por otro lado para que hubiese un cese bilateral de fuego, sería necesario que los narcoterroristas renunciasen a todas las formas de lucha, se concentrasen en lugares reconocidos, entregasen las armas, se sometiesen a la justicia y a partir de la firma del acuerdo, sí se implementase el cese del fuego por ambas partes, el Estado y los narcoterroristas.
Nada de ello se ha realizado, ni siquiera el mínimo al que en los otros ceses se ha realizado: que los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc, no hiciesen ataques armados contra las poblaciones civiles ni atacasen estaciones de policía así como batallones militares, pero continuasen con el resto de acciones terroristas que ellos suelen hacer: extorsiones, secuestros, ecocidios, reclutamiento de niños y violación sexual de menores.
Ni siquiera eso se ha logrado. A menos de 24 horas de haber comenzado el plazo de la tregua acordada, las Farc asesinaros un soldado en el Meta, y diariamente se cuentan acciones de los narcoterroristas contra militares y policías, además de que se han incautado toneladas de coca e ingentes caletas de explosivos, para perpetrar actos terroristas incluso en Bogotá.
Tenemos que concluir pues que el Presidente Santos tiene toda la razón, él no ha ordenado un cese bilateral, él lo que hizo fue que se implementase un cese unilateral de hostilidades, pero, qué maravilla, al revés de cómo debe ser, no hay un cese unilateral de acciones de los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc, sino un cese del cumplimiento del deber de las Fuerzas Militares de reaccionar ante los ataques terroristas de las Farc para proteger al pueblo colombiano. Es decir, se dio lo que tantas veces hemos anunciado: la total rendición de Juanhampa ante las Farc, primer paso para concretar en La Habana lo que el Foro de Sao Paulo le ha ordenado a éste, la cesión del poder a los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc.
PS: He insistido en la frase los narcoterroristas y criminales de lesa humanidad de las Farc, como reacción a la solicitud de Juanhampa de que se les llame con eufemismos, pues no hay que llamarlos cómo lo que son y punto.
DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez