Al menos trece personas fueron asesinadas el fin de semana en el estado mexicano de Guerrero, entre ellas un líder comunitario que participó en la búsqueda de los 43 jóvenes desaparecidos en Iguala, y cinco más que fueron halladas en una fosa común, según un recuento de la prensa local.
El diario El Sur hace este lunes un balance de los homicidios perpetrados este sábado y domingo sobre el recrudecimiento de la violencia en este estado del sur del país gobernado por Rogelio Ortega desde octubre pasado, señaló Efe.
En el puerto de Acapulco las autoridades encontraron el domingo una fosa clandestina con los cadáveres de cuatro hombres, uno de ellos con tiro de gracia, y una mujer, al parecer, desnuda.
Según información del Ministerio Público citada este lunes por el rotativo, tres de las víctimas tenían al menos un mes de haber sido asesinadas, mientras que las otras dos apenas una semana.
Además, un hombre fue asesinado a tiros en la autopista Viaducto Diamante, otro fue encontrado en un automóvil con huellas de tortura y una mujer murió por golpes en el mercado central.
En el municipio de Teloloapan tres jóvenes de entre 25 y 30 años fueron asesinados presuntamente a golpes y abandonados en un lote baldío, mientras que en Taxco dos sujetos y una mujer fueron hallados con impactos de bala en la orilla de una carretera.
Otro joven identificado como Salvador Damián Serna murió el domingo en un ataque armado en el que resultó herido su hermano.
Entre las víctimas fatales del sábado se encuentra Miguel Ángel Jiménez, líder de la policía comunitaria del poblado de Xaltianguis, ubicado en la zona rural del municipio de Acapulco, asesinado a tiros cuando trabajaba en su taxi.
Uno de sus compañeros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), Bruno Plácido, dijo que Jiménez «jugó un papel importante en la búsqueda de los 43 estudiantes» de la Normal Rural de Ayotzinapa y el hallazgo de decenas de fosas clandestina en Iguala.
Comentó que el año pasado había sido amenazado de muerte en Iguala y que hace un mes aproximadamente, cuando buscaba cuerpos en un pozo de agua en Iguala después de recibir información de que allí se encontraban una parte de los estudiantes- señaló que estaba siendo vigilado.
Precisamente en Iguala, donde los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 a manos de policías locales y miembros del cártel de Guerreros Unidos, la noche del sábado un comerciante fue asesinado a balazos y otro más en su casa por herida de arma blanca.
De acuerdo con un balance de El Sur, en lo que va de 2015 suman 509 las víctimas de la violencia presuntamente vinculada con el crimen organizado.
DC| EU