Fortalece el cuello de tu bebé jugando

Los recién nacidos tienen que ir poco a poco fortaleciendo sus pequeños cuerpecitos y el cuello es una zona muy delicada. No en vano, una de las precauciones que tienen todos los adultos a la hora de coger a un bebé es sujetar con mimo su cabeza. Los pequeños pasan todo el día boca arriba ya que es la postura más adecuada para ellos y previene la muerte súbita. Sin embargo, también es interesante que pasen tiempo boca abajo para fortalecer los músculos de la espalda, de los brazos y del cuello.

Lo primero es enfocarlo como un juego, así que se trata de colocar al bebé sobre su barriga un ratito al día siempre que esté despierto y con todas sus necesidades atendidas ya que si tiene hambre o está incómodo no dejará de llorar. También es recomendable esperar un rato después de la toma ya que el esfuerzo que le supone puede causarle el vómito. 

Esta es una nueva postura para el bebé que le puede sorprender y hacerle sentir ligeramenteincómodo ya que le pesa la cabeza y al principio no puede aguantarla en alto. Parecerá una tortuguita asomando la cabeza, pero es ese movimiento el que fortalecerá su musculatura. No se trata de que pase un mal rato, por eso no debes dejarle solo. Ha de estar todo el tiempo vigilado y a ser posible interactuando con él ya que, aunque al principio pueda hacer algún puchero, cuando os vea sonreír y decirle palabras con tonos dulces y alegres también se sentirá muy bien.

Poco a poco esta postura se convertirá en una más y le encantará disfrutar cada día de su rato de juego y contemplar así el mundo desde otra perspectiva que le permite ver algo más que el techo. En torno a los cuatro o seis meses el bebé ya será capaz de sujetar su propio peso apoyando los brazos, así que ya podréis ofrecerle objetos para que los manipule y juegue con ellos, manteniendo siempre la supervisión. Cuando ya sea un bebé experimentado y sujete bien también podéis ponerlo frente a un espejo y disfrutar de su reacción ante su propia imagen. 

A tener en cuenta también la superficie para jugar ya que, si bien es interesante que sea dura y plana, no está de más protegerla con un cobertor para evitar los posibles golpes ya que durante las primeras veces el bebé se cansará y se le caerá la cabecita, incluso de forma brusca. 

Si os acostumbráis a jugar así cada día, más o menos a la misma hora, verás cómo tu pequeño espera con ilusión el momento de compartir con mamá su sesión de ejercicios, muy útil para poder mantenerse erguido cuando llegue el momento de sentarse. 

Fuente: DC|MH

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