Hace cinco años que Juan Manuel Santos Calderón llegó a la Presidencia de Colombia con la promesa de continuar con las políticas del expresidente y hoy senador, Álvaro Uribe Vélez. Sin embargo el mandatario dio un giro radical y en una decisión inesperada, abrió un proceso de diálogo con las Farc en La Habana, Cuba. Después de dos años y medio de conversaciones el proceso parece agotarse, así como la paciencia de los colombianos.
A pesar de que desde 2010 son evidentes los avances que tiene el país en asuntos como la lucha contra la pobreza, la economía y políticas sociales, Santos Calderón no conecta con los ciudadanos y prueba de ello es que según la última encuesta de Gallup un 66 por ciento de los encuestados desaprueba su gestión.