Miguel Cabrera pasó con nota sobresaliente la prueba final de su rehabilitación.
El toletero, que se recupera de una distensión de grado tres en la pantorrilla izquierda, tenía previsto correr, fildear y batear ante un lanzador ayer por primera vez desde que se lastimó, el 3 de julio.
El mánager de Tigres de Detroit, Brad Ausmus observó con buenos ojos los resultados de la práctica.
“Creo que se vio bien”, dijo Ausmus sobre Cabrera. “No lució muy diferente a como debía verse si hubiese dado un hit y hubiese tenido que correr a primera. No cojeó, y eso nos llena de entusiasmo”.
El propio toletero le dijo a varios medios que se sentía listo para jugar ayer, si el alto mando del equipo lo decidía.
“Quiero jugar”, repitió varias veces el slugger. “Si fuera por mí, jugaría esta misma noche, pero no es mi decisión. Vamos a ver cómo me siento mañana (hoy)”.
Ausmus señaló que este miércoles evaluarán a Cabrera, antes de ponerlo a correr de nuevo.
“Me sentí bien tomando rodados”, agregó el inicialista. “Ayer (el lunes) traté de practicar dobleplays y jugadas en primera. Creo que esas son las jugadas más difíciles que debo hacer. En los desplazamientos hacia los lados también me sentí bien”.
Ausmus señaló que Cabrera debería regresar “más pronto que tarde”. Y cuando le preguntaron si eso significaba que podría alinear el fin de semana, asomó que sí.
“Es una posibilidad”, declaró el timonel. “Aunque no diría que es una decisión tomada”.