Todos y cada uno de los criterios que argumentamos durante el año pasado y este año, sobre el mecanismo que debíamos utilizar para escoger los candidatos de los factores democráticos para las elecciones parlamentarias de este año 2015, han venido haciéndose realidad con el transcurrir de los días, semanas y meses, antes del 6 de diciembre, fecha establecida por el Consejo Nacional Electoral, para la realización de esos importantes comicios y de haber sido considerados, nos hubiésemos ahorrado todos los malestares, contratiempos y piedras en el camino, que hoy estamos atravesando.
Dijimos hasta la saciedad, que dada la profunda crisis que atraviesa el País y frente a la trascendencia del papel que debe jugar el nuevo parlamento, con miras a iniciar el camino de reconstrucción política, económica, institucional y moral de la República y la democracia, era menester convocar a la Nación toda, para que esta en libre juego democrático y plural, se diera cita en una amplia consulta nacional o elecciones primarias, para por esa vía seleccionar en todos y cada uno de los estados, los mejores y más preparados líderes regionales y nacionales, para hacerle frente, primero a la exigente campaña electoral y luego de la victoria, al reto que hemos hecho referencia de la reconstrucción. Alertamos que no podíamos despachar el tema de las candidaturas con simples ejercicios matemáticos, de cuotas o fotografías electorales, que datan de años anteriores y que no responden a las realidades de hoy, dijimos que no se podían repetir experiencias que nos han costado más de tres décadas con este modelo fracasado, que nos está llevando a la destrucción de Venezuela y fundamentamos con toda propiedad, que mientras el régimen cuenta con todos los recursos materiales y del poder para mantenerse en él gobierno, nosotros sólo contamos con nuestro preciado capital político que es la gente, los ciudadanos, a quien debíamos consultar y tomar en cuenta, para que estos con entusiasmo, nos acompañaran en esta crucial encrucijada. No se nos escuchó, ni se escuchó el clamor generalizado de los pueblos, que eran las elecciones primarias y por ese craso error cometido, ahora estamos atravesando una difícil circunstancia, con lo que estaba cantado y era previsible; El régimen desata su perversa ofensiva y elimina la elección directa del Parlatino, impone una odiosa paridad de género, que desdice del liderazgo de nuestras mujeres, para las candidaturas que fueron nombradas a dedo, dispara contra organizaciones partidistas del bloque opositor, destituyendo autoridades de varios partidos en pleno proceso de confección de “consensos” e inscripción de candidaturas, para tratar de implosionar la mesa de la unidad y paralelamente inician su campaña, con movilizaciones en toda la geografía nacional, traducida en mítines y concentraciones, utilizando todos los resortes, recursos, poderes públicos y ventajismos del poder, para apabullar a una población, que si bien es cierto está indignada con el desastre que está ocurriendo, por la escasez, el desabastecimiento, el alto costo de la vida y la violencia imperante que todos los días nos refleja saldos rojos, pareciera no estar totalmente identificada, con la estrategia, a mi manera de ver equivocada, de quienes tienen la responsabilidad de la conducción política de la oposición democrática venezolana, en el tema de las vitales elecciones parlamentarias de este año.
Pero como dice el refrán popular, lo hecho, hecho está y no nos queda sino seguir pregonando nuestra tesis, de continuar trabajando por la reivindicación de la política, para que esta vuelva a ser para la grandeza, los capaces, las causas nobles y el bien común y no para satisfacer las ambiciones personales o grupales de unos cuantos bandidos que, por tener la sartén con él mango, han incursionado en ella, para sus oscuros y detestables fines.
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / Petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP