El presidente ruso, Vladímir Putin, de visita en la anexionada península de Crimea, dijo que «rusos y ucranianos son el mismo pueblo» y calificó de «humillante» para Ucrania que ciudadanos extranjeros ocupen cargos en su Gobierno y dirijan regiones de ese país.
«Estoy seguro de que, pese a todas las dificultades del momento actual, la situación en Ucrania se enderezará» y el país «se apartará de la vergonzosa práctica de someter todo un enorme país europeo bajo el mando externo, con puestos clave en el Gobierno y las regiones en manos de ciudadanos extranjeros», dijo.
Agregó que en su opinión «todo esto es humillante para el pueblo ucraniano» y se mostró seguro de que en el futuro Ucrania recapacitará y «construirá su porvenir junto a Rusia».
Putin recordó que los ucranianos son la tercera etnia más numerosa de Rusia, con tres millones de personas «sin contar a los que viven en el país de forma temporal y los que tienen la ciudadanía de Ucrania».
«De esos ya tenemos cerca de (otros) tres millones y la aplastante mayoría son hombres en edad de servicio militar», subrayó en alusión a la huida masiva de varones ucranianos de las sucesivas movilizaciones decretadas por Kiev para combatir en el este de Ucrania.
Poco antes, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, calificó de «desafío al mundo civilizado» la visita hoy del líder ruso a Crimea y advirtió de que eleva la tensión en el este de Ucrania.
«El viaje de Putin a la Crimea ucraniana sin el acuerdo de las autoridades ucranianas es un desafío al mundo civilizado, que eleva la tensión creada por los militares rusos y sus mercenarios» en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, escribió Poroshenko en su Facebook.
El mandatario ucraniano denunció que «viajes como éste son la continuación de la militarización de la ocupada península ucraniana y la sumen en un aislamiento aún mayor. Sólo en el seno de Ucrania tiene futuro Crimea, incluido su turismo».
DC | EFE