Con tanta controversia que existe respecto a los lácteos ya no sabemos si es bueno o malo incluirlos en nuestra alimentación. La realidad es que depende de las características biológicas de cada persona para poder determinarlo; no se puede satanizar a un alimento en la generalidad.
Si no eres intolerante a los lácteos y produces las enzimas digestivas necesarias para digerirlos y absorber los nutrientes, eres de los pocos que puede hacerlo y por ende, debes aprovechar sus beneficios nutricionales.
¿Qué debes buscar al consumir lácteos?
Calidad. Sí, existen alimentos de origen lácteo como el ghee (mantequilla clarificada orgánica y natural) con un alto valor nutricional y además, con grandes beneficios para el ser humano.
Hay muchas corrientes nutricionales, y como mi papá un día me dijo, todos los animales saben qué comer excepto el ser humano, y tiene toda la razón. Somos los más complejos, porque cuando comemos intervienen más factores que la nutrición física.
Lo que si es una realidad, es que no son esenciales dentro de la dieta humana, y su consumo en exceso se ha demostrado que si tiene efectos secundarios en la salud.
Estos efectos secundarios están más relacionados a la forma en la que están procesados, es decir, el contenido hormonal, azúcar y grasas que contienen estos productos.
¿Cuándo no consumirlos?
Si eres vegano o intolerante a la lactosa, existen excelentes alternativas vegetales que son altos en calcio como algas marinas, espinacas, granos integrales, y todas las hojas verdes como espinaca, kale, acelga, etc. En cuanto a proteína, omegas, aminoácidos y fibra, el Hemp es una excelente opción.
Al final es una decisión personal el consumir lácteos o no; también es importante determinar qué tan tolerante eres a estos productos y su reacción en tu organismo.
DC | Salud180