Venezuela y Colombia se pusieron hoy manos a la obra para encontrar a los responsables de herir a tres militares y un civil durante un enfrentamiento el miércoles con supuestos contrabandistas en una zona fronteriza, choque que llevó al presidente Nicolás Maduro a cerrar el paso del oeste por 72 horas.
Venezuela comenzó bien temprano el despliegue del operativo en las poblaciones de San Antonio y Ureña, fronterizas con Colombia por el estado Táchira, mientras que desde el país vecino, su canciller, María Ángela Holguín, anunció la «reacción inmediata» de la policía y el refuerzo de su lado de la frontera para «impedir que los delincuentes» cruzaran al país.
Maduro ordenó ayer el cierre de las fronteras de esta parte del país por 72 horas tras resultar heridos tres efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y un civil que se encontraban en labores de lucha contra el contrabando en la zona, según el jefe del Ejecutivo.
Estas cuatro personas fueron, dijo Maduro, «atacadas por la espalda» por dos motorizados. «Fue un operativo muy a la usanza del paramilitarismo, con armas largas», agregó. Precisó que se encontraban en condición de salud delicada con heridas «de gravedad». Se desconoce cómo se encuentran actualmente.
El gobernador del Táchira, José Vielma Mora, especificó sin embargo que el enfrentamiento se produjo cuando los uniformados interceptaron a unos presuntos contrabandistas con «un cargamento de mercancías listo para llevar a Colombia».
Las subvenciones a la gasolina -la más barata del mundo- o a determinados alimentos y productos de higiene personal en Venezuela suponen amplios márgenes de ganancias para los contrabandistas y han facilitado esta práctica ilegal, sobre todo hacia Colombia, a través de la porosa frontera de 2.219 kilómetros que comparten.
Para enfrentar este problema Venezuela ordenó hace semanas, con el apoyo de Colombia, el cierre nocturno de los pasos fronterizos de esta área, una medida que hasta la fecha no se ha levantado.
Holguín calificó hoy la orden de clausurar por 72 horas la frontera como «una decisión soberana» del Gobierno venezolano y reveló que desde Caracas se les informó de que al menos uno de los atacantes resultó herido y podría dirigirse a algún hospital en el país.
«Hemos estado trabajando en las clínicas para buscar a estos delincuentes», aseguró la canciller.
El jefe de la Región Estratégica de Desarrollo Integral Andina (REDI) de Venezuela, Efraín Velasco, aseguró que la búsqueda de los responsables será «casa por casa por depósito, sector por sector» en San Antonio del Táchira y Ureña.
Por su parte Maduro informó hoy desde Caracas que pronto anunciará nuevas medidas de seguridad para «ir formulando una política superior de estabilización» de la frontera y aseguró que se implementará un marco jurídico nuevo en la misma que comienza con este cierre de tres días, aunque no precisó detalles.
Reveló además de que ordenó a la canciller Delcy Rodríguez «de manera inmediata» coordinar una «reunión especial» con Holguín para atender la grave situación de la frontera tras los hechos del miércoles.
El jefe del Ejecutivo señaló que la futura reunión entre gobiernos busca que «de manera muy rápida y muy inmediata» se tomen conjuntamente «medidas para ver toda esta situación que, sin duda, ha desbordado la frontera y afecta la paz y la tranquilidad del pueblo de Venezuela».
La canciller colombiana dijo en Bogotá haber mantenido una conversación con su homóloga venezolana en la que se acordó la fijación de una «fecha próxima» para este encuentro.
Adelantó que en el mismo reiterará a Venezuela la intención de «trabajar conjuntamente» para capturar a los atacantes de los tres militares y el civil.
El jefe del Ejecutivo venezolano pidió además al Gobierno colombiano hacer valer junto a su Ejecutivo los acuerdos de Cartagena «con mucha firmeza, con mucho equilibrio, con mucha sabiduría, con mucha capacidad política».
Maduro y su par colombiano, Juan Manuel Santos, firmaron en agosto del año pasado en esta norteña ciudad colombiana una batería de acuerdos para luchar contra el contrabando fronterizo.
DC | EFE