Los colombianos que viven en el sur de la Florida expresaron el jueves una mezcla de sentimientos encontrados sobre la noticia procedente de La Habana de que el conflicto armando en su país quizás se este acercando a su fin.
En entrevistas en persona y por teléfono, una docena de colombianos dijeron sentirse esperanzados o escépticos sobre la posibilidad de un pacto permanente de paz, que el presidente colombiano Juan Manual Santos y el comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) indicaron está cerca de concretarse.
Otros rechazaron totalmente tal posibilidad, expresando temor de que un acuerdo pudiera permitir que guerrilleros apoyados por Cuba se apoderen de Colombia e instalen un gobierno en Bogotá similar al de Venezuela.
En La Habana, donde las FARC y el gobierno colombiano se han reunido para negociar por casi tres años, los representantes de ambos bandos dijeron el miércoles tener un acuerdo sobre un plazo para poner fin a las negociaciones —marzo del 2016 — y progreso sobre un componente importante del pacto permanente: un acuerdo para una llamada justicia transicional.
Las opiniones expresadas por los colombianos residentes en el sur de la Florida reflejan hasta cierto puntos los sentimientos expresados por muchos otros colombianos entrevistados dentro de su país y en otras partes del mundo.
YO ESTOY SEGURO QUE [EL ACUERDO DE PAZ] SE VA A LOGRAR. LO NECESITAMOS. LO QUEREMOS.
Roberto Beltrán, abogado de Cali que pasa tiempo en Miami
Un poco más de un millón de hispanos de origen colombiano residían en Estados Unidos en el 2013, según un estudio de la respetada organización de investigación académica Pew Research Center. De este número por lo menos un 51% reside en el sur de Estados Unidos, mayormente en la Florida, según el estudio.
De los colombianos entrevistados en la calle en Miami y Doral, la mitad estaban esperanzados con el proceso de paz y la otra mitad tenía serias dudas de que fuera a fructificar.
“Eso que dicen que la paz está más cerca que nunca, eso es mentira”, dijo Jesús Yépez, originario de Barranquilla. “El presidente Santos se ha dejado ‘mangonear’ (manipular) por la guerrilla. No se ha puesto los pantalones bien puestos”.
Yépez agregó que hubiera sentido más confianza en un acuerdo de paz si este hubiera ocurrido previamente cuando Álvaro Uribe, percibido como más conservador, fue presidente entre el 2002 y el 2010.
“Si hubiera sido con Uribe, sería otra cosa”, dijo Yépez. “Pero con Santos eso no va a llegar a ninguna parte”.
Jimena Vélez, oriunda de Medellín, dijo tener esperanzas de que las declaraciones hechas en La Habana el miércoles lleven a un acuerdo de paz —pero, como Yépez, también expresó escepticismo.
“Todos los colombianos lo queremos que así sea”, dijo Vélez. “Pero la verdad, no sé. O sea, con el deseo pensaría que si, pero con la realidad, no sé, porque este presidente ha anunciado eso varias veces”.
EL PRESIDENTE SANTOS, EN SU AFÁN DE LOGRAR SU PREMIO NOBEL DE LA PAZ, ESTA ENTREGANDO EL PAÍS A UNOS DELINCUENTES.
Fabio Andrade, líder comunitario colombiano en el sur de la Florida
Quizás la declaración más esperanzadora vino de Roberto Beltrán, abogado colombiano de Cali que pasa tiempo en Miami y Colombia, donde tiene una empresa turística.
“Definitivamente se va a lograr”, dijo Beltrán. “Yo estoy seguro que se va a lograr. Lo necesitamos. Lo queremos. Nos vamos a tener que tragar algunos sapos, como decimos allá, aguantar que haya impunidad en algunas cosas. Ese va a ser el costo de la paz”.
Además, dijo Beltrán, Colombia va a cambiar cuando llegue la paz formalmente.
“Por ejemplo, tengo una empresa de turismo, de ir a nevados, a volcanes, a los ríos de la selva, entonces yo voy a poder llevar mis turistas con seguridad, a un país muy grande, a un país muy lindo”, dijo Beltrán.
Fabio Andrade, líder comunitario colombiano, originalmente de Bogotá, fue contundente en su rechazo a lo que emergió de La Habana y su análisis de la estrategia de Santos.
“Estoy muy preocupado”, dijo Andrade. “El presidente Santos, en su afán de lograr su premio Nobel de la Paz, esta entregando el país a unos delincuentes. Creo que el presidente esta muy comprometido con ir en contra de la voluntad del pueblo colombiano”.
Otro líder comunitario colombiano opuesto al actual proceso de paz dijo que las negociaciones desembocarían en un pacto bajo el cual Colombia caería en manos de las FARC.
“La paz no se firma con un acuerdo con un grupo guerrillero que no tiene voluntad de entregar las armas, sino que tienen voluntad de control político”, dijo Andrés Franco, originario de Bogotá. “Ese es el principio del socialismo del siglo XXI en Colombia, que es el mismo que viven en Venezuela”.