Ayer la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rosario, patrona del municipio Cabimas, se reencontró con su pueblo. La venerada madre bajó de su altar adornada con hermosos arreglos florales rojos, azules y blancos y homenajeada con cánticos y alabanzas de cientos de fieles, que como cada año, la acompañaron en su descenso.
Los fieles se dieron cita desde las 5.00 de la tarde para participar en el santo rosario y una hora más tarde en la solemne eucaristía presidida por el monseñor William Delgado, obispo de la Diócesis de Cabimas, y Jorge Pérez Duno, párroco de la Catedral. El descenso comenzó a las 7.00 de la noche ambientado por gaitas y cánticos marianos entonados por Los Rosareños, agrupación Oficial de la Virgen del Rosario, quienes ambientaron la festividad religiosa para dar inicio a la feria en su honor.
Los servidores de la Virgen Nuestra Señora del Rosario, vestidos con su tradicional liquilique blanco, fueron los encargados de resguardar la imagen divina. La cargaron en su hombro e iniciaron el recorrido de la imagen por las calles cercanas para la bendición de sus hijos.
La Virgen iniciará su gira por el municipio desde hoy en su recorrido lacustre por las costas cabimenses. Saldrá a las 9.00 de la mañana desde el parque Laguna Azul, en la entrada de Cabimas y retornará al muelle principal detrás de la Plaza Bolívar.
Catedral colorida
La excelsa patrona será homenajeada en las puertas de la Catedral de Cabimas por un grupo de mariachis y con ella se inaugurarán las luces de colores que adornarán a la Catedral desde ahora en adelante. Este año en el municipio se celebrará la cuadragésima cuarta feria de la Virgen del Rosario y los 50 años de la creación de la Diócesis de Cabimas.
DC/LV