Si alguna vez has batallado con tu peso, la comida, tu cuerpo, y has estado confundida de cómo comer, esta nota es para ti.
– Siempre he querido “comer normal”.
Hay gente que nunca ha pensado dos veces en lo que come y sólo comen cuando tienen hambre, escogen la comida que suena bien para ellos y saben en qué momento han tenido suficiente. Es un concepto demasiado básico como para no entenderlo y hacerlo. Sin embargo, para muchas personas parece ciencia y se les dificulta demasiado, así que lo único que desean, es ser de el otro tipo de «gente que comen normal”.
La verdad es que “comer normal” es un concepto diferente para cada persona. La manera más rápida y fácil de hacerlo, es olvidarte de cualquier dieta o reglas, y en lugar de eso, aprender a detectar cuando tu cuerpo está satisfecho y tiene hambre.
– Tú eres la única que sabe como se ve una persona que “come normal” para ti.
Piensa en como eras antes, cuando comías normal. Esto puede ser cuando eras pequeña o cuando ibas a la universidad. La mayoría de nosotros podemos recordar algún momento en nuestras vidas cuando la comida no era un problema y manteníamos de manera natural un peso estable. ¿Qué tipos de comidas consumías en ese entonces? ¿Tenías 3 comidas importantes o unas más pequeñas pero más frecuentes?
Todos tenemos un tipo de sabiduría interna de nuestro cuerpo, y eso es mejor que cualquier dieta. Esa sabiduría o instinto nos dice cuándo, qué y cuánto comer de una manera correcta para nuestros cuerpos.
Aquí están 3 pasos que te ayudarán a conectarte con tu instinto natural de “comer normal”.
1. Por 2 días, come solo cuando tengas hambre.
Desafíate a ti misma a comer sólo cuando tu cuerpo sienta hambre y te lo esté diciendo. Mucha gente está acostumbrada a comer e ignoran sus señales de hambre. A muchos de nosotros ya se nos olvidó como se siente el hambre.
2. Come algo que no tengas permitido.
Muchos de nosotros no podemos comer de manera “normal” porque nos prohibimos de comer algunos alimentos. Es imposible sentirnos bien cuando existe una constante batalla entre lo que quieres comer y lo que sientes que debes comer.
Si el chocolate es tu punto débil, compra chocolate y comete un pedazo cuando en serio mueras de ganas.
Mientras dejes que tus alimentos prohibidos regresen a tu vida y veas que nada horrible pasa cuando disfrutas su sabor, poco a poco dejarás de ser tan estricta con tu dieta y comenzarás a comer de manera normal.
3. Estudia tu cuerpo.
Juega y observa que comidas te satisfacen, que comidas te dan energía y que comidas te dejan sintiéndote vacía o incómoda.
Si estás constantemente buscando “otra cosa” después de tu ensalada del día, piensa dos veces si la ensalada está realmente satisfaciéndote.
DC|Cosmo en Español