Al cumplirse este lunes -19 de octubre- dos meses del cierre de la frontera colombo-venezolana, ordenado por el presidente Maduro, el impacto económico y social que está causando esta medida gubernamental alarma a los diferentes sectores productivos del eje San Antonio-Ureña, los cuales aseguran que la situación ya es insostenible.
Como respuesta a la emboscada que sufrieron la tarde del miércoles 19 de agosto, en San Antonio del Táchira, tres militares venezolanos y un civil que cumplían labores de inteligencia contra el contrabando, por parte de paramilitares colombianos, se ordenó ese mismo día en la noche cerrar el paso por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, las 24 horas del día. Desde agosto de 2014 ya se venía restringiendo el tránsito binacional entre las 10 p.m. y las 5 a.m., como medida gubernamental de ataque al contrabando.
Con el cierre de frontera vino también la declaratoria del estado de excepción, inicialmente en seis municipios fronterizos del Táchira, luego se amplió a otros cuatro de la entidad y sucesivamente a otras regiones limítrofes de Venezuela y Colombia.
DC|LN