La cantante se presentó este miércoles en el Movistar Arena: una aspirante a gran estrella que por ahora solo lleva unas orejitas de gata postizas, pestañas postizas, y una voz cuya técnica superior es inversamente proporcional al carácter.
No hay extravagancia y despliegue como sucede con el número en directo de Miley Cyrus, ni un musical de gran presupuesto con video clips montados en tiempo real, como ofrece la exuberante propuesta de Katy Perry. Lo que cabe es una pantalla gigante de alta definición y un DJ que frasea hip hop, baila y envalentona a las 12 mil jovencitas de distintas edades -desde pequeñitas hasta algunas que probablemente este año supieron de mechoneos-, la noche de miércoles en el Movistar Arena, para el debut en Chile de Ariana Grande (22), una de las últimas princesas del pop con apenas dos álbumes lanzados entre 2013 y 2014, y esta gira bautizada The Honeymoon tour.
DC/LaTercera