Ahora, un trabajo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y con la participación de los hospitales Gregorio Marañón y de la Princesa, ambos de Madrid, ha descubierto las propiedades farmacéuticas del indol-3-carbinol para esta enfermedad, un compuesto natural presente en las plantas del género Brassica (brócoli, col, coliflor o coles de Bruselas).
El estudio, publicado en la revista Clinical Cancer Research, demuestra que, aunque el organismo tolera bien el indol-3-carbinol, esta sustancia es tóxica para determinadas células de leucemia.
En el estudio “in vitro” se han utilizado células de pacientes de leucemia linfática crónica con distintas fases y pronóstico.
Los datos demuestran que mediante fármacos se pueden alcanzar concentraciones de este compuesto que provocan la muerte de las células leucémicas pero no de los linfocitos normales, “esenciales en el sistema inmunitario”.
Los autores del trabajo también destacan que el indol-3-carbinol “mejora notablemente” el efecto de la fludarabina, uno de los compuestos más utilizados en el tratamiento de este tipo de leucemia, incluso en pacientes con resistencia a este fármaco.
Aunque por el momento esta tecnología no ha sido licitada por una empresa, su posible administración por vía oral y la existencia de estudios previos de toxicidad en humanos, que demuestran su alta tolerancia y baja toxicidad, podrían permitir una rápida aplicación clínica.
DC/EFE