Bush reduce equipo de campaña en Miami y baja salarios

Jeb Bush redujo el tamaño de su equipo electoral y los gastos operativos de su oficina de campaña presidencial en Miami el viernes, y además redujo el salario de los empleados.

La drástica medida indica que la campaña de Bush reconoce que necesita tomar una nueva dirección, ya que aparentemente no ha podido avanzar en la competencia hacia la Casa Blanca.

Su oficina en Miami, recientemente inaugurada en 5430 SW 8 Street en Coral Gables, permanecerá abierta. La oficina es administrada por un solo empleado asalariado y funciona principalmente como un centro de voluntarios.

La sede principal de la campaña de Bush, en 9250 West Flagler Street, mantendrá un equipo más pequeño.

Sólo una cuarta parte del personal de la sede de campaña de Bush permanecerá en Miami, según un memorando distribuido a los empleados. Otro 25% ya está trabajando en estados donde se realizarán las primeras elecciones primarias republicanas; a la mayoría de las personas que permanecen en la nómina se les ofrecerá puestos en esos estados o en las operaciones en otros lugares “con un salario reducido”, dice el memorando, que fue reportado inicialmente por Bloomberg Politics.

Todos los empleados, con excepción de los que ganan menos, también tendrán una reducción de sueldo, en un intento por reducir los costos generales de la nómina en 40 por ciento, y los gastos de viaje se reducirán en 20 por ciento. El presupuesto para todo lo relacionado con la publicidad y los esfuerzos de llegar a los votantes bajará un 45 por ciento.

La campaña no ha revelado un número exacto de empleados, pero informes financieros muestran que hay entre 100 y 150 personas en la nómina (algunos como asesores).

“Estamos haciendo cambios hoy para asegurarnos de colocar a Jeb en la mejor posición para ganar la nominación y la elección general”, dijo Kristy Campbell, portavoz de la campaña, en una comunicado escrito. “Jeb es el único candidato que tiene un historial conservador comprobado, ideas audaces y fuerte liderazgo necesarios para arreglar los problemas que tiene Estados Unidos. Estamos moviendo nuestros recursos a los estados para asegurarnos que los electores en las primarias conozcan su historial y visión de futuro”.

Bush prestará atención especial a New Hampshire, el primer estado donde se celebrarán las primarias —después de los concilios de Iowa— y el único donde puede tener la mejor oportunidad de ganar.

El memorando indica un cambio en el mensaje de Bush: de presentar lo que su campaña ha llamado “la historia de la Florida” a presentarse como el hombre capaz de “arreglar” Washington. Algunos de sus principales competidores, como Donald Trump y el neurocirujano retirado Ben Carson, son candidatos poco ortodoxos llegados de fuera del mundo político.

 

Los cambios en la campaña de Bush, los segundos después de apretarse el cinturón con el presupuesto y los salarios durante el verano, ocurren dos días antes que Bush se reúna con altos donantes políticos en Houston, con su padre, el ex presidente George H.W. Bush, y su hermano, el ex presidente George W. Bush.

Algunos donantes presionaron a Jeb Bush en semanas recientes para que reestructurara o reenfocara la campaña, en particular después que Ben Carson recaudó más dinero que él en el trimestre más reciente, y descubrió que le queda en el banco la misma cantidad de dinero que su rival Marco Rubio, unos $10 millones. El ritmo de gastos de Bush ha sido elevado, un indicador problemático después que otro contendiente, considerado al principio un candidato formidable, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker, se retiró en parte porque había gastado demasiado dinero muy rápido.

Los donantes han expresado en privado que les preocupa la continuada baja de Bush en las encuestas de opinión pública. Mike Murphy, desde hace mucho tiempo asesor de Bush y quien dirige el comité de acción política del candidato, ha sostenido que los resultados de las primeras encuestas no cuentan todavía. Pero para aliviar las preocupaciones de los donantes, el PAC Right to Rise USA comenzó a transmitir un anuncio político nacional en Fox News esta semana, la clase de decisión que Murphy había desestimado anteriormente por considerarla un gasto innecesario.

 

La campaña de Bush lleva un mes transmitiendo anuncios en los estados donde se vota primero, con pocos beneficios para las cifras de encuestas del candidato.

Las leyes federales prohíben a las campañas coordinar con los superPAC. Pero Right to Rise ha invitado a los donantes de Bush a una serie separada de reuniones, también en Houston, el mismo día del retiro de la campaña.

La campaña insiste en que Bush está en buena posición para superar a sus rivales, aunque reconoce que la carrera por la presidencia en el 2016 ha probado ser muy diferente de la que tenían pensada.

“Estamos haciendo campaña para ganar”, dice el memo. “No nos vamos a disculpar por ajustar nuestro plan para hacer frente a la dinámica cambiante de esta carrera para asegurar el resultado”.

DC/ENH
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