Los colegios electorales cerraron sus puertas en Argentina tras una jornada marcada por la normalidad en los comicios presidenciales más ajustados de la última etapa democrática.
Tal como estaba previsto, los colegios abrieron a las 08.00 hora local (11.00 GMT) y cerraron a las 18.00 hora local (21.00 GMT).
El secretario de la Cámara Nacional Electoral, Sebastián Schimel, afirmó que se votó «con total tranquilidad en todo el país», en declaraciones a la agencia oficial Télam.
Los primeros sondeos de boca de urna divulgados tras el cierre dan ventaja al oficialista Daniel Scioli, pero no con un margen suficiente para ganar en primera vuelta.
Según estos sondeos, el conservador Mauricio Macri sería el segundo más votado, seguido del peronista disidente Sergio Massa.
Ninguno de los candidatos, de acuerdo con estas encuestas, habría conseguido el 45 por ciento o el 40 por ciento y diez puntos de ventaja necesarios para llegar a la Casa Rosada.
Los sondeos hechos públicos por medios locales únicamente marcan la tendencia del voto y no los porcentajes de cada uno de los candidatos debido a la veda electoral que rige en el país hasta la divulgación de los primeros resultados oficiales que, previsiblemente, se demorará varias horas.
De confirmarse la tendencia, sería la primera vez que Argentina vive una segunda vuelta en los comicios presidenciales dado que el único antecedente de ballotage, en 2003, no llegó a concretarse porque el expresidente Carlos Menem renunció a competir con Néstor Kirchner, que se proclamó ganador con sólo un 22 por ciento de votos.
La jornada, según las autoridades electorales, transcurrió con normalidad y con incidentes aislados en algunas mesas, como falta de papeletas.
Seis candidatos competieron hoy por la Presidencia argentina, aunque las encuestas previas a la veda electoral daban ventaja a Scioli, seguido de Macri y Massa.
Más de 32 millones de argentinos estaban convocados a las urnas para elegir presidente, once gobernadores, renovar parte del Parlamento y el Senado y votar, por primera vez, a los legisladores del Parlasur.
DC/EFE