Ese nombre fue finalmente aceptado por el registrador de la provincia de Santa Fe, con base en lo que dicta el nuevo Código Civil , el cual establece que la selección de nombre y de apellido es un derecho y a la vez un deber que tiene toda persona. Por lo que para su elección se otorga una mayor libertad contemplando derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas.
La polémica se plantea porque este nombre nace de la tradición cristiana, en donde Lucifer representa al ángel caído que luego se transformó en Satanás.
Recientemente, la misma dependencia rechazó el pedido de una pareja que deseaba que su hijo fuese inscripto con el nombre de Yerbabrava, como la banda de cumbia.
Desde su puesta en funcionamiento, el pasado primero de agosto, los santafecinos anotaron a sus hijos con nombres polémicos y poco comunes.
Entre los nombres más raros que se aprobaron en los últimos dos meses figuran Lucifer, Panambí, Tabita y Cheniel.
Gonzalo Carrillo, director del Registro Civil de Santa Fe, explicó que «el artículo que dice que no se pueden poner nombres extravagantes se mantiene, el tema es determinar qué es extravagante y esto recae en los oficiales públicos y queda a su criterio. Pero si surge alguna duda, se consulta con la Dirección y se da una resolución», relató.
Debe recordarse que el Registro Civil de San Francisco, Córdoba, rechazó recientemente la pretensión de una pareja de inscribir a su hijo varón con el nombre de Lucifer, explicándoles que «no está permitido» y que «no figura en los listados», según señaló Vilma de Catani, directora de la repartición municipal.
La funcionaria relató que le informaron la negativa a los padres, añadiendo que existen libros con gran cantidad de «nombres aceptables» y alternativa no fue aceptada por la pareja.
DC | La Nación / Argentina