Lo ideal para comer saludable en la oficina es llevar una lonchera que se adecúe a nuestras necesidades y requerimientos nutricionales. Sin embargo, algunas veces el apuro nos impide tomarnos el tiempo de preparar una lonchera bien balanceada. A continuación, algunos consejos para comer saludable cuando se te presente este problema.
Elige los snacks adecuados
A la mitad de la mañana uno empieza a sentir hambre y comete el error de comprarse algún piqueo en la máquina expendedora o en el quiosco cercano. El problema con los alimentos empacados como papitas fritas o las galletas con relleno, es que suelen venir cargados de grasas, azúcares y sodio, lo que los hace muy calóricos y poco saludables. Por eso, lo recomendable es que elijas frutos secos (maní, pecanas, nueces, pistachos, etc.), yogur descremado o una fruta fácil de pelar, como mandarina o plátano. Así calmarás el hambre y evitarás consumir demasiadas calorías.
Carga una botella de agua
Las gaseosas y bebidas envasadas tienen una gran cantidad de azúcar. Lo mejor es tener una botella de agua reusable e ir tomando sorbos durante el día. Lo bueno del agua no solo es que es libre de calorías, sino que además hace que uno se sienta lleno y coma de más. Evita los jugos envasados, las gaseosas y los cafés con crema, pues por su alto contenido de calorías te harán subir de peso.
Almuerza inteligentemente
Si optas por ir a una cafetería o restaurante para almorzar, elige ensaladas que incluyan alguna fuente proteica (pollo, atún, jamón de pavo, huevo, etc.) y sustituye el aderezo cremoso por un poco de aceite de oliva, sal y limón. Otra opción saludable es un filete de pollo o pescado a la plancha con una porción de carbohidratos como arroz y ensalada. Un cebiche también resulta una excelente alternativa, pero lo recomendable es elegir entre el choclo o el camote, pues ambos contienen carbohidratos.
DC/EC