Hoy se celebra el Día Mundial de la Sonrisa y te recordamos algunas situaciones en las que, a pesar de ser un mal día, alguien o algo te arranca esa sonrisa que pensabas que habías perdido.
¿Sonreímos todo lo que deberíamos? Seguramente no. Hoy se celebra el Día Mundial de la Sonrisa, una celebración que se estableció en 1999, cuando Harvey Ball, creador del famoso ‘smile’, pensó que era necesario tener un día en el que rendirle homenaje a uno de los gestos más agradables de los que goza el ser humano.
Pero, ¿qué situaciones son capaces de arrancarnos una sonrisa en un mal día?Ponemos algunos ejemplos y estamos abiertas a escuchar cuáles son esos detalles que consiguen dar la vuelta a vuestros días grises.
- Un mensaje de alguien que hace tiempo que no te escribía. De repente, una persona con la que mantuviste una estrecha relación, reaparece en tu vida. Era uno de esos días en los que pensabas: «¿Por qué me habré levantado hoy?». Pues para dar una nueva oportunidad a una amistad que tenías olvidada por culpa de las prisas de la rutina.
- El ‘buenas tardes’ del conductor del bus, ese al que conoces porque, día tras día, te lleva al trabajo cumpliendo con el suyo. Y, cobre todo, el que te lleva de vuelta a casa tras una jornada laboral llena de frentes que te han dejado hecha polvo.
- Tienes mala cara. Se te nota desde lejos. Entonces, un compañero de trabajo se acerca y te ofrece bajar a por un café para despejarte. O, mejor aún, tiene la generosidad de traértelo hasta tu puesto de trabajo, por si hablar de eso que te está removiendo por dentro te resulta incómodo. Esa es, sin duda, una situación que te arranca una sonrisa.
- Mejor aún es tener mala cara o, incluso, que se te salten las lágrimas de tristeza o impotencia en el Metro. Un desconocido se te acerca y te ofrece un pañuelo para secarte las lágrimas. No solo sonreirás, sino que, además, volverás a confiar en el ser humano.
- Un recuerdo. Sin más. A veces, la cabeza trae al presente historias del pasado agradables. Lo hace como un mecanismo de defensa y te ayuda y sacar esa sonrisa que estaba en lo más recóndito de tu ser.
- Revisamos nuestra cuenta corriente y… ¡Hacienda nos ha devuelto lo que nos debía de la declaración de la renta! Más que una sonrisa, es para montar una fiesta, pero, sin duda, es uno de los mejores remedios para salir a flote en un día malo.
- Te ha costado 10 euros y lo compraste con muy poca fe… Pero, de repente, alguien de tu entorno te dice lo guapa que estás con ese vestido que has estrenado hoy.Inevitablemente, se te cambia el gesto de la cara y aparece esa sonrisa que llevabas buscando todo el día.
- Un muy buen amigo lleva en paro tres años. Te llama un día cualquiera -ese que te has levantado con el pie izquierdo- y te da la noticia: le han contratado. No hay nada más bonito que alegrarse y sonreír por lo bueno que le pase a alguien a quien quieres.
La Fundación Theodora ha realizo un estudio en colaboración con Danone en el que, tras entrevistar a unas 500 personas de entre 18 y 65 años en el que el 90% ha manifestado que, con la crisis, está perdiendo la costumbre de sonreír.
Del mismo se deduce que la risa se produce a diario, de hecho, el 50% de los entrevistados lo hizo en los dos últimos días, y sólo un 18,9% no recordaba cuando se rió por última vez. Y la familia y los amigos son los agentes más importantes para que se produzca esa risa.
Un consejo: sonrían más. Su salud y la de los que están a su alrededor, lo agradecerá.
DC|MH